por Eduardo Bonces, director de elpais.com.co

François Valérian, presidente de Transparencia Internacional, estuvo en el país en el marco de los 25 años de Transparencia por Colombia.

En entrevista con El País, insiste en que se debe seguir combatiendo este flagelo, que impide el desarrollo de muchas regiones de la nación.

“El problema de la gran mayoría de los países en el mundo es que tenemos leyes que dicen que la corrupción está prohibida, pero la impunidad permanece a niveles muy preocupantes”, sostiene.

Uno escucha el término corrupción ya como un lugar común, ¿pero cómo podemos definir exactamente este fenómeno?

La corrupción exactamente es el abuso de poder por fines privados. Un ejemplo sería que, cuando alguien tiene un poder que es dado por la población, es decir, un político, un presidente, un ministro o alguien con una responsabilidad en el Gobierno o en la ciudad, esa persona tiene que ejercer su poder por el bien común, no por el bien privado. Esa es la definición nuestra de corrupción: el abuso de poder con fines privados.

¿Es decir que hay una relación entre el nepotismo, el clientelismo y la corrupción?

Sí, esos son fenómenos de corrupción. El clientelismo es el uso del poder para favorecer a personas de la familia o personas que apoyaron al político en sus campañas electorales a cambio de beneficios como el apoyo de esas personas en posteriores campañas. El clientelismo y el nepotismo son expresiones de la corrupción.

Santiago de Chile es una de las ciudades más importantes de Latinoamérica | Foto: © 2021 SOPA Images

¿Cuál es la dimensión y el impacto de la corrupción en América Latina?, ¿cuánto se ha perdido por culpa de la corrupción ?

La corrupción en América Latina, como en cada continente, es un fenómeno muy preocupante, porque hay una discrepancia entre las leyes y la realidad de la corrupción, que está en altos niveles.

Esa situación depende del país, hay países como Uruguay, cuyo nivel de corrupción en nuestro Índice de Percepción de la Corrupción es mejor que la situación en algunos países de la Unión Europea.

Pero hay países donde la situación es menos buena y en ese mismo estudio, por ejemplo, Colombia mejoró un poco la puntuación. En diez años ganó cuatro puntos, sobre una escala desde cero a cien. Entonces la situación ha mejorado un poquito, pero permanece preocupante.

Como en otros países de la región, es difícil evaluar la cantidad de dinero que se pierde a causa de la corrupción, porque es un fenómeno escondido. Pero podría dar una cifra global: aproximadamente mil millones de dólares cada año forman un flujo de dinero ilícito vinculado a la corrupción que dejan países del sur para ser escondidos en paraísos fiscales e invertidos en algunos países del norte.

¿Cómo se pierde dinero por culpa de la corrupción?

Puede ser que el dinero público sea robado, puede ser que el dinero sea pagado como sobornos a cambio de una gran contratación pública que no da los resultados esperados para la población. Entonces, en este caso no es una pérdida directa, pero tenemos una carretera que no sirve o una escuela que no funciona.

Es un daño para la población, también es un daño la deforestación ilícita, que es un problema mayor en América Latina en la cuenca amazónica, en Colombia, en Perú y en Brasil, una deforestación que daña muchísimo las poblaciones locales y también el bosque, que juega un papel importante contra la crisis climática.

Es difícil evaluar la cantidad de dinero que se pierde por el fenómeno de la corrupción, pero el daño para el bien común es inmenso.

El presidente de Transparencia por Colombia dijo que el país tiene una estrategia nacional de lucha contra la corrupción. | Foto: John Coletti

Pareciera que hay una relación entre un mayor nivel desarrollo y un menor nivel de corrupción, ¿si existe esa correlación?

No tanto. La corrupción es el obstáculo mayor para el desarrollo, porque nos impide utilizar el dinero público para el desarrollo, entonces la corrupción es una de las causas más importantes de la falta de desarrollo o de la posibilidad de obtener un desarrollo mejor. Pero lo que es muy importante es que hay ciertos países que, por ejemplo, tienen una muy buena puntuación en el Índice de Percepción de Corrupción, es decir tienen un bajo nivel de corrupción, pero son ellos los que atraen el dinero mal habido de los corruptos. Entonces, todos los países están contribuyendo a esa comunidad global de la corrupción.

No se puede decir que hay una relación directa entre el nivel de desarrollo y los problemas, porque los países que son considerados como muy desarrollados también son países que tienen que luchar contra quienes invierten su dinero mal habido en bienes. Además, porque la gran mayoría de ese dinero termina en los mercados financieros. Todos los países tienen que jugar un papel en la lucha contra la corrupción.

¿Cómo ve desde Transparencia Internacional a Colombia?

Le puedo ofrecer un comentario general, que es verdadero de Colombia, pero también de otros países: hay leyes, hay una estrategia nacional de lucha contra la corrupción , hay instituciones, pero lo que falta en muchos países es la implementación y la posibilidad para que el Poder Judicial persiga verdaderamente los casos de corrupción para que no haya impunidad.

El problema de la gran mayoría de los países en el mundo es que tenemos leyes que dicen que la corrupción está prohibida, pero la impunidad permanece a niveles muy preocupantes. El desafío es acabar con la impunidad y para eso necesitamos las instrucciones robustas y la apertura de la información a la ciudadanía.