Redacción de El País y Colprensa
Al comprobar que su propuesta de una Constituyente no generó más que controversia, ahora el presidente Gustavo Petro se subió al ‘bus’ de convocar un referendo para que sus reformas sociales sean aprobadas sin tener que surtir el debate en el Congreso, escenario que ha demostrado no ser el mejor para los intereses de la Casa de Nariño.
“El poder constituyente es permitir que la sociedad se exprese y decida ella misma, a través de asamblea constituyente, constitucional o referendo constituyente, etc. Las fuerzas políticas y sociales pueden y deben participar en las definiciones de estos puntos”, indicó hace unos días el Mandatario al asegurar que su propuesta planteada hace unos meses no tiene nada que ver con modificar la Constitución del 91.
Sobre ese nuevo planteamiento, el analista político Juan Manuel Charry indica que “el Presidente está dando palos de ciego en el sentido en que empezó planteando una asamblea constituyente y cuando se dio cuenta de que era un trámite dispendioso y que podría durar más de 18 meses, cambio de tesis y quiso invocar al constituyente primario como un concepto teórico, pero que no aterriza en la práctica”.
De acuerdo con él, el consultor político Álvaro Benedetti indica que Petro, al “hablar de referendo, que a su vez dice que hace parte del poder constituyente, es una forma un poco más sutil de querer introducir por la vía popular el contenido de sus reformas”.
“Es una manera más moderada, y si se quiere más consensuada, de querer entablar esas iniciativas a nivel del Legislativo, sobre todo aprovechando esa base popular que se manifiesta con él en las calles”, añade.
La propuesta del Jefe de Estado empezó a tomar forma en su discurso del viernes pasado en Cali, cuando acusó a integrantes del Senado de torpedear sus iniciativas, en medio de la carrera que lleva para aprobar sus propuestas bandera antes de que se termine este periodo legislativo el 20 de junio. ese día aseguró que se había tergiversado su iniciativa con el supuesto argumento de que quería pasar sobre la Constitución del 91.
Esa idea la extendió en un tuit durante el fin de semana en el que esbozó los temas que podría abarcar el referendo, entre ellos, la reforma agraria, la adaptación del país a la crisis climática, el nuevo ordenamiento territorial, la reforma política y la de la justicia, entre otras.
¿Es viable un referendo?
Para Charry, aunque el tema del referendo es viable, los argumentos que presentó el Jefe de Estado siguen siendo confusos debido a que “si uno revisa lo que ha dicho el Presidente sobre que la Constitución se cumpla y que las reformas de la salud, la pensional y la de trabajo tengan éxito, esos son temas legislativos que no se destraban con un tema constitucional. Ahí hay cierta incoherencia conceptual sobre qué se nos va a plantear a los colombianos”.
Además, Benedetti explica que, a diferencia de los plebiscitos, los referendos tienen que transitar la vía legislativa. Es decir que también implicaría que el Mandatario logre apoyos en el Congreso, pero teniendo en cuenta que este no ha sido su mejor aliado en las discusiones de las iniciativas, no es muy probable que el tiempo para el trámite ordinario se pueda dar.
En ese sentido, las fuentes consultadas recuerdan que, en su primer gobierno, Álvaro Uribe propuso un referendo. Pero pese a haber sido elegido por una mayoría absoluta y contar para aquel momento con una alta aceptación en el país, “de las 13 preguntas solo una paso el umbral electoral de la tercera parte del censo y las demás no generaron efectos”, anota el analista Charry,
Asimismo, advierte que en caso de que se logre sortear el dispendioso paso a paso de la asamblea constituyente o del mismo referendo, los efectos de la puesta en marcha de alguno de esos mecanismos solo se verían hasta el final de su periodo de Gobierno, algo ya muy tarde para lo que plantea implementar Petro.
Por ello, los analistas coinciden en que, aunque al Jefe de Estado no le suene por el momento, el mejor camino que tiene para lograr sacar adelante sus reformas es por medio de la búsqueda de consensos en el Legislativo.
De otro lado, Benedetti anota que una característica que sí podría servirle a Petro “y que viene siendo la constante en los diferentes pronunciamientos del Gobierno, es lucir como un mártir y tratar de insistir en que el país en general, el Congreso, los partidos de oposición y los empresarios conspiran en contra de las reformas y a todas luces quieren verlas obstruidas”.
“Entonces hablar de referendo, referirse a una Constituyente y también insistir en la movilización popular, es una forma del Mandatario de decir: ‘el mundo nos juega en contra, pero intentaremos sacarlo adelante por vías no convencionales’”.
Finalmente, Charry recuerda que la historia de Colombia da cuenta que en los 33 años de vigencia de la Constitución se han realizado más de 55 reformas por vía legislativa, una sola mediante referendo y ninguna por asamblea constituyente.