Casi 30 años han pasado desde el sonado Proceso 8000, un hecho que conmocionó el mundo político del país y en el que el entonces presidente de Colombia, Ernesto Samper, fue acusado de recibir dineros del narcotráfico para financiar su campaña presidencial.
Corría el año 1995 y el candidato Andrés Pastrana, le dio al entonces presidente Cesar Gaviria, unos casetes en los que el periodista Alberto Giraldo hablaba con los hermanos Rodriguez Orejuela, jefes del Cartel de Cali, sobre dineros para apoyar la campaña de Ernesto Samper. El expediente de dicha investigación en la Fiscalía tenía el número 8.000.
Ernesto Samper se posesiona como Presidente de Colombia y el proceso 8.000 fue el eje sobre el cual giró el su gobierno. El proceso condenó a los máximos jefes de su campaña, pero la declaratoria de “ni culpable, ni inocente” manifestada por la Comisión de Acusación del Senado colombiano, al Presidente Ernesto Samper.
Las similitudes de los casos
Para algunos analistas es inevitable no buscar similitudes entre el Proceso 8.000 y los controversiales audios revelados recientemente por la Revista Semana que Armando Benedetti le envía a la exjefa del Gabinete de Presidencia, Laura Sarabia.
En ellos, el exembajador de Venezuela sostiene que fue una pieza clave para establecer cómo se financió la campaña presidencial de Petro y las maniobras que tuvieron que realizar para alcanzar votos en la Costa Caribe.
La génesis de estos audios inició cuando, según el exembajador de Venezuela, solicitó una cita con el Mandatario y lo dejaron tres horas plantado. Acción que le valió para sentirse humillado y reclamarle con dureza a Laura Sarabia.
Y agrega Benedetti: “Yo fui el que organicé todos los votos, hijueputa, en la Costa, todos, hijueputa, sin que pusiera un peso y además esa plata se fue para el Pacífico. ¿Quién ve eso ahora? Nada. ¿O es quieren que diga, hijueputa, quién fue el que puso la plata? No me jodan la hijueputa vida, no me jodan la vida, porque lo que pasó ayer y antier (fue) una mierda Laura, de parte tuya y de parte del Presidente”.
Para el abogado y analista Jhon Gonzales, el caso de las grabaciones de Benedetti frente a la campaña del presidente Petro son muy graves.
“Evidentemente hay similitudes entre el Proceso 8.000 y los audios de Benedetti. El caso del Presidente Petro es grave porque hoy la financiación de las campañas tienen un tope y es un delito, hace treinta años no. En segundo lugar este es un gobierno que, a diferencia de el de Ernesto Samper, no tiene mayorías en el Congreso y en ese momento esas mayorías, en especial las liberales, cerraron filas alrededor del entonces Presidente Samper”, dijo.
El analista complementó que lo que revela la grabación de Benedetti, demuestra que este es un Gobierno que se mostró políticamente por encima de los estándares pero que está defraudando al país.
Por su parte, el abogado, penalista e historiador, Armando Barona Mesa, sostiene que la época del proceso 8.000 fue borrascosa.
“Lo que dice Benedetti de una forma ‘ramplera’ y con un lenguaje vulgar es que él costeó la campaña política de Petro y habla de $15.000 millones, como dando a entender que fueron por debajo de la mesa y no estuvieron bajo la presencia de las autoridades electorales… ahí hay un hombre desbordado y, al parecer, bajo los efectos del licor… le corresponde al presidente Petro salir a explicar cómo se recaudaron esos fondos”, dijo.