Durante el lanzamiento del libro ‘América Latina: la visión de sus líderes’, de Andrés Rugeles, el expresidente Iván Duque aseguró que las organizaciones y gobiernos de izquierda tiene un “libreto” para causar rupturas institucionales.

En medio de su intervención, Duque se refirió a las organizaciones de izquierda como el Grupo de Puebla y el Foro de São Paulo de los cuales indicó “tienen un libreto definido para llevar a los países a rupturas institucionales y así utilizar mecanismos hechizos para controlar y perpetuarse en el poder”.

El exmandatario señaló que son cuatro prácticas las que llevan a cabo estos grupos para cumplir con su cometido.

La primera de ellas, Duque la define como “el acto de la ternura”, con la que “invitan a la Unidad Nacional, lucen magnánimos, invitan a sus contradictores para ser escuchados, pero en el entretanto se van desarrollando purgas en las fuerzas militares, se va adormilando al sector privado con dádivas o amenazas y se empieza a intimidar a quienes están en el ejercicio de la prensa libre”.

De ahí se pasa a la segunda práctica, que es “el acto de la radicalización discursiva, donde, una vez ha pasado el proceso de adormilamiento, empiezan a arreciar con discursos llenos de prejuicios ideológicos en contra del sector privado, en contra de la participación empresarial en las distintas actividades, y empieza también un sesgo tendencioso a convertir todo en un escenario de pugilato”.

Esta fase es muy peligrosa porque desde ahí se hace la transición a la teoría del caos, la cual sería la tercera práctica, explicó el expresidente.

Según Duque, esta práctica fue aplicada por Hugo Chávez en Venezuela.

De acuerdo con lo dicho por Duque, esta habría sido aplicada por Hugo Chávez en Venezuela, por Daniel Ortega en Nicaragua, por Evo Morales en Bolivia y por Rafael Correa en Ecuador.

Asimismo, argumentó que este tercer acto se basaría en que, después de que las organizaciones de izquierda “arrecien” el discurso, “entren a destruir muchos de los ejes que se han conquistado a lo largo de tantas décadas para promover una sensación generalizada de caos, que permita apelar a herramientas extraordinarias para conquistar el cuarto acto que es el de la ruptura institucional a partir del cual se quieren establecer proyectos de control total del poder y anquilosarse en él”, concluyó.