“El primer ejercicio en estos diálogos debe ser establecer una agenda de negociación clara, porque desafortunadamente, con el Estado Mayor Central, EMC, no se ha podido construir, pese a que el grupo armado nombró al nuevo jefe negociador, ‘Leopoldo Durán’”.
Ese es uno de los puntos que el politólogo Alejandro Echeverry considera esenciales para que sean abordados en el tercer ciclo de diálogos entre el Gobierno y esa organización ilegal, que fue inaugurado ayer a puerta cerrada en Bogotá y que se extenderá hasta el próximo 20 de enero.
Menciona que, pese a que se dice que el nuevo jefe negociador es del ala más radical de esa guerrilla y que puede que eso genere que los diálogos sean más complejos, es necesario que fijen los puntos a tratar con el alto comisionado de Paz, Otty Patiño.
De acuerdo con Echeverry, el senador de la Alianza Verde Ariel Ávila comenta que “si en este 2024, al 31 de diciembre no se ha avanzado en el 80 % de la agenda de negociación, va a ser imposible firmar un acuerdo en este Gobierno y las negociaciones sencillamente tendrían que levantarse”.
Además, para el analista en este reinicio de diálogos será fundamental que se aborde jurídicamente el paso a seguir con los firmantes de paz que abandonaron el Acuerdo del 2016, con el gobierno de Juan Manuel Santos, y retomaron las armas.
“Hasta ahora, la Casa de Nariño no ha establecido solución alguna y se supone que el Estado Mayor tiene más o menos unos 3200 hombres, en su mayoría no son firmantes del Acuerdo de Paz, pero hay algunos que sí, entonces debe decidirse cómo será el trabajo con ese fragmento”, señala.
A su vez, el senador indicó en su cuenta de X que hay varias preocupaciones aún con esa organización, entre ellas “si se continúa o no con el cese al fuego, porque para muchos expertos las disidencias lo han utilizado para expandirse y no como un mecanismo para avanzar en las negociaciones”.
“Lo segundo es el cese de hostilidades hacia la población civil, porque las extorsiones están disparadas, por ejemplo, en el departamento del Huila se está formando un corredor en La Plata y hay que mirar qué está pasando ahí”, anotó Ávila.
Como es conocido, el cese al fuego pactado con esa guerrilla el 16 de octubre de 2023 se acordó por tres meses, por lo que terminará el próximo 15 de enero, en medio del ciclo, razón por la que uno de los primeros puntos que se abordarán en la mesa será el análisis del cumplimiento, los ajustes y su eventual prolongación.
Según afirmó el jefe negociador del Gobierno, Camilo González, “se va a evaluar lo ocurrido durante este tiempo: hay un mecanismo de verificación, un informe de contingencia y hay un balance que tiene irregularidades, pero que, en términos generales, es positivo”.
Sobre la liberación de secuestrados, también anunció que, durante este periodo de cese al fuego, el EMC ha puesto en libertad a diez de las doce personas que habían establecido que tenían en cautiverio.
Asimismo, entre los temas que se espera sean tratados en este ciclo es la determinación de los daños ambientales que ha generado la guerra para establecer medidas inmediatas, sobre todo en la Amazonía, para proteger las comunidades y los territorios.
Finalmente, González anunció que se entregará un informe a representantes de Naciones Unidas en Colombia con los avances de las negociaciones, porque para él es claro que se “ha recibido mucho respaldo a nivel internacional y se tiene una gran expectativa en el país”.