En la audiencia ante la JEP, realizada el miércoles, 10 de mayo, el exjefe paramilitar Salvatore Mancuso acusó al exvicepresidente Francisco Santos de promover la creación de un bloque paramilitar.
De hecho, en medio de la audiencia, Mancuso tocó varios nombres de personajes importantes de la política colombiana, con cuyas acciones habrían sido responsables del inicio del paramilitarismo en Colombia y de su expansión por el territorio.
Entre los nombres que salpicó el exjefe paramilitar se encuentra el empresario Jorge Gnecco, el exmilitar Iván Ramírez Quintero, el exministro del Interior Sabas Pretelt y el exvicepresidente Francisco Santos, los dos últimos del gobierno de Álvaro Uribe Vélez.
El nombre del vicepresidente Francisco Santos, según Mancuso, está relacionado con la expansión de los paramilitares para detener la llegada de los grupos guerrilleros a Bogotá, la capital del país.
“Francisco Santos vino en representación de la oligarquía colombiana, porque en la capital estaban preocupados por la llegada de las Farc cerca de Bogotá, se nos pide la creación de un bloque que hasta sugirió el nombre de Bloque Capital”, expresó el exjefe paramilitar.
Mancuso detalló que tuvo varias reuniones con Santos, en las cuales “incluso me invitó a Bogotá, al periódico El Tiempo a explicarles a los editorialistas el enfoque de las autodefensas en la lucha contra la subversión”.
Respuesta de Santos
Por medio de un comunicado en sus redes sociales, Francisco Santos respondió a los señalamientos de Mancuso. Primero, dijo que las acusaciones de ser uno de los creadores del Bloque Capital de las AUC ha estado bajo investigación por más de 18 años y que nunca que se han encontrado pruebas que verifiquen esto.
“Durante más de 18 años ese infundio ha sido investigado una y otra vez por infinidad de instancias judiciales sin que haya una sola prueba de su veracidad, y no puede haberla porque nunca sucedió”, dijo Santos en su cuenta de Twitter.
Por otro lado, aseguró que estas acusaciones salen a la luz periódicamente y previo a alguna elección. “Un infundio que sale periódicamente coincidiendo con el calendario electoral de turno. No me interesa confrontar con un personaje como Mancuso que ha dado infinidad de versiones contradictorias en este y muchísimos otros temas”, añadió.
Asimismo, el exvicepresidente dijo que no rehúye del debate, pero que en este caso considera que no es viable contrastarse con un “personaje como Mancuso”.
“No soy una persona que rehúya cualquier tipo de debate, pero contrastarme con un personaje como Mancuso no me interesa porque controvertir con él es darle validez a través de mi voz y eso no lo voy a hacer”, añadió.
Concluyó diciendo que todos los expedientes de esa investigación están en los archivos judiciales.
Audiencia en la JEP
La diligencia, que empezó pasadas las 9:00 a. m. y se extendió por cerca de siete horas, es la primera de las cuatro a las que fue citado por la JEP. En esta ocasión, se avanzó sobre el capítulo denominado ‘Las Convivir como fachadas del accionar paramilitar’.
En el desarrollo de sus intervenciones, Mancuso explicó cómo se crearon las Convivir y cómo estas sirvieron como fachada del accionar paramilitar, al convertirse en la manera en que se dio legalidad a la ilegalidad.
Según relató, era víctima de las extorsiones de las guerrillas, por lo que se dirigió al Ejército para pedir colaboración. Llevó al grupo de las Fuerzas Armadas donde se encontraban los guerrilleros.
Por su ayuda, Mancuso aseguró que el Ejército le enseñó tácticas de contraguerrilla, polígono, equipos de comunicación, entre otras acciones, que llegaron de la mano de las Convivir, grupo precursor de las denominadas Autodefensas.
“No teníamos conocimiento de que existía una política estatal detrás de la creación de grupos de defensa privada rurales. Este paramilitarismo surge de la mano del Estado”, aseguró.
Este grupo en el que Mancuso era el líder tenía, según él, el entrenamiento para alertar sobre las guerrillas, hacer patrullaje y atacarlos en conexión con el Ejército. “Las autoridades nos daban listados, íbamos y golpeábamos y matábamos a campesinos, porque nos decían que eran guerrilleros y confiábamos a ciegas”, dijo.
Mancuso enfatizó que iba por todo el norte de Colombia haciendo operativos y reclutaba gente, porque tenía uniforme del Ejército entregado por la Brigada 11, tenía armas legales y hasta carnés e insignias de las fuerzas militares, todo con permiso de altos mandos.
No obstante, expresó que existía la posibilidad de que se quitara ese decreto que determinó la creación de las Convivir, por lo que se reunió con el gobernador y hasta generales, para empezar a expandir las autodefensas por todo el país.
“Eran más de cien grupos en todo el país. Con la legalidad de las Convivir, fueron el instrumento perfecto para la multiplicación de las autodefensas”, manifestó.
Fue tanto el apoyo de los altos mandos militares que Mancuso aseguró que siempre les estuvieron entregando armas a través de brigadas o incluso estuvo en Indumil (Industria Militar), en la avenida El Dorado, en Bogotá, para recibir armamento para las Convivir.
*Con información de Colprensa.