Luego del violento ingreso de la Minga indígena a las instalaciones de Publicaciones Semana en Bogotá, son muchas las voces que se han pronunciado al respecto. Una de ellas, la del ministro de Interior, Luis Fernando Velasco, quien rechazó el hecho e insistió en la búsqueda de la paz desde todos los frentes.
“Como ministro y desde el Gobierno rechazó toda expresión de violencia, más si esta se dirige contra la prensa. Buscamos ‘paz total’ y proponemos un acuerdo nacional. Este debe ser respetando las diferencias y con tolerancia frente a la crítica”, aseguró jefe de cartera.
La toma indígena fue confirmada por la misma directora de este medio de comunicación, Vicky Dávila, quien pidió ayuda a la policía y difundió la noticia inmediatamente: “Por favor, le pedimos ayuda a la Policía. Un grupo grande de indígenas rompió vidrios en el edificio de Semana e ingresó a la fuerza”.
De acuerdo con lo que se ha conocido a través de redes, integrantes de la minga indígena, que llegaron a la capital desde el 25 de septiembre, marcharon y protestaron frente al edificio de Semana. Luego, irrumpieron en la recepción, al parecer con violencia e intimidación a los trabajadores.
En el lugar hizo presencia un equipo de gestores de convivencia de la Alcaldía de Bogotá para intentar mediar en el conflicto, además de miembros de la Policía y del antiguo Esmad, cuya intervención logró desalojar al grupo de manifestantes. La Fiscalía anunció que adelanta las labores investigativas correspondientes para determinar las afectaciones físicas y eventuales responsabilidades de quienes ingresaron al sitio.
Por su parte, la ministra de Trabajo, Gloria Inés Ramírez, también se refirió a la situación que vivió la sede de este medio de comunicación en Bogotá, diciendo: “Es muy importante no solamente proteger a los medios, a los periodistas, sino también es un llamado para que los periodistas no sean incendiarios; todo lo contrario, que aprendamos todos a convivir pacíficamente”.
Asimismo, La Fundación para la Libertad de Prensa, FLIP, rechazó lo ocurrido: “Si bien la FLIP reconoce el derecho a la protesta ciudadana y de reclamos hacia la prensa, no podemos tolerar hechos intimidantes contra las y los periodistas, que son esenciales para garantizar el pluralismo informativo y el debate democrático”.
Y añadió: “El rechazo a estos hechos no debe confundirse con una estigmatización contra el movimiento indígena ni una invitación a hacer declaraciones discriminatorias en su contra”, recalcó la Fundación, que hizo un llamado a “un diálogo respetuoso entre todos los sectores de la sociedad colombiana”.
Es de resaltar que la toma duró aproximadamente una hora. Durante este tiempo, las personas que trabajan en el primer piso del edificio se sintieron amedrentadas y atemorizadas. Vale la pena aclarar que en la edificación, además de los empleados de Semana, trabajan también colaboradores de otras compañías que tienen sede en el lugar.
Después de varios minutos, la Policía logró hacer presencia y lograron que los ocupantes evacuaran la sede de Semana, no sin antes sembrar miedo entre todas las personas que cumplían con sus labores como de costumbre y que vieron interrumpidos sus trabajos por este acto.
Este hecho se ha calificado como un grave atentado contra la libertad de prensa, por lo que Vicky Dávila también se pronunció vía X.
“El ataque contra SEMANA por parte de indígenas que entraron rompiendo todo es producto de la violencia a la que ha sido sometida esta casa periodística durante todo este tiempo. Además, los calificativos del presidente Gustavo Petro y algunos miembros de su Gobierno contra la prensa han sido irresponsables y muy peligrosos y, sin duda, han encendido una chispa contra los periodistas que puede tener desenlaces fatales”.