Una agenda ambiciosa espera tramitar desde la presidencia del Senado de la República, Juan Diego Gómez.
No solo están los temas impulsados por el Gobierno, como son las reformas tributaria y a la Policía, sino que el conservador también deberá acoger los reclamos que los jóvenes han venido haciendo en las calles desde abril pasado, para lo cual asegura que el compromiso del Legislativo debe ir de la mano de la educación y la generación de empleo.
Gómez reconoce que el país está muy polarizado, pero tiene claro que se deben buscar puntos de acuerdo entre todas las posturas políticas, y confía en que se logre, “porque de lo contrario será la ciudadanía la que cambie al Congreso, por no atender el clamor de la protesta social”.
En su discurso usted advirtió que el Congreso cambia o lo cambian...
Más allá de lograrlo este año, lo que debemos es sentar las bases para que el Congreso se convierta en lo que es, que recupere la esencia. Cuando se habla de recuperarlo de la mala imagen, no tiene sentido. Lo que se requiere es que en el Congreso se dé el debate argumentado, que desde acá, con una mirada generosa de todos los partidos, nos la juguemos con los emprendedores, los jóvenes, las mujeres, que saquemos adelante el tema de las víctimas.
Esto, más que una frase en el discurso, es una visión. Debe ser el país del futuro, debemos construir las nuevas reglas, hay nuevos sectores y nuevas expresiones; hay manifestaciones que no representan el Comité del Paro. Yo siento que este tiene una agenda y lo que vemos en las calles son seis o siete agendas. Los jóvenes, los empresarios, los transportadores, los estudiantes, es un tema mayor. Los partidos y las organizaciones debemos modernizarnos y atender lo que reclaman los ciudadanos.
¿Es posible lograr ese objetivo con la polarización que hay en el país?
En política no hay nada fácil. El que vea esto con facilismo, está en la ruta equivocada. Es posible hacerlo si hay compromiso. Es posible generar transformaciones, si hay decisión y si encontramos concertación en el Congreso para que, con logros comunes, podamos sentar bases y llegar a la reconciliación en Colombia.
¿Cómo espera lograr esa meta?
Trabajando sin pausa durante todo el año que voy ejercer la presidencia del Senado, que los senadores se acerquen a los ciudadanos. Hay que abrir el diálogo social, establecer una agenda propia del Congreso, que no puede ser un apéndice del Gobierno, es una rama independiente. Desde allí es desde donde debemos lograr que el Congreso trabaje en armonía con el Gobierno. Hay proyectos como el Presupuesto de la Nación, la modernización de la Policía, la reforma tributaria, que son claves para el Gobierno, pero el Congreso también tiene su agenda. A nosotros nos eligen para presentar soluciones.
Le pongo un ejemplo: matrícula cero, gran programa del Gobierno y una conquista de los estudiantes, pero hoy el Congreso debe garantizar que el mismo tenga la financiación y la sostenibilidad para que funcione bien. A los estudiantes hay que decirles que la matrícula cero se logró porque en el Congreso se aprobó.
También dijo en su discurso que es el momento de los jóvenes...
De parte nuestra está todo el compromiso, vamos a presentar en pocos días un proyecto de ley dirigido a los jóvenes, en donde se incentiva la creación de empresas entre personas de 18 a 35 años. Se busca un régimen de impuestos amigable con estos jóvenes, incluso descuentos tributarios durante algún tiempo. Se buscará, además, articular el acceso al crédito, darles acompañamientos en el autoempleo. El otro aspecto importante es difundir y promover para que participen la mayor cantidad de ellos en las elecciones de consejos municipales de juventud, y a través de esto se deben dar las bases para que puedan participar en la elección del Congreso, hay una restricción para ser senador, pero ser representante a la Cámara sí se puede.
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¿Va a insistir en tramitar la ley para reglamentar la protesta social?
Debemos dejar de hacer la política con cálculo electoral. Uno de los peores errores que tiene el ejercicio de la política es que muchas veces los partidos, los congresistas, terminan haciendo la política con el cálculo electoral y no con el fondo y la filosofía que deben tener los proyectos.
Con todo el respeto, podemos insistir en este proyecto, que es una ley estatutaria que busca que no se estigmatice y se criminalice la protesta, que busca limitar el derecho de quienes se manifiestan y también el de los funcionarios para intervenir. Claramente los ciudadanos necesitan que se proteja a quienes participan en las manifestaciones y también a quienes no, que tienen el derecho a la movilización, a la alimentación, a la salud, pues hemos visto que han muerto varias personas.
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¿No fue muy gobiernista su discurso de posesión?
Todo lo contrario, sentí que fui un poco duro con el presidente Iván Duque. Lo que pasa en que en mi condición de demócrata debo reconocerle al Presidente las cosas que ha hecho bien. El país ha encontrado el camino a través de los subsidios de vivienda; el Programa Ingreso Seguro no se lo quita nadie; matrícula cero es un gran acierto y el programa de ayuda al empleo fue una conquista del Congreso, además. En esa agenda del Gobierno, el Congreso tiene que tener independencia.
¿Cómo está su relación con los partidos de oposición?
Está perfecta, ya hicimos reunión de voceros de bancadas y se presentaron. La reunión fue productiva y esperanzadora, se definieron las reglas de juego en lo legislativo, como también de los debates.
¿Pero esa dureza de la oposición no llevará a más polarización?
No es solo de ellos, yo también he visto posturas similares en los partidos de la coalición de Gobierno. Se han visto unos debates muy acalorados entre la extrema derecha y la extrema izquierda, y es lamentable. Acá van a tener la palabra todos. Espero que se den los debate argumentados. Hay garantías para todos, esa es mi formación.