Una verdadera pesadilla está viviendo la excandidata presidencial Ingrid Betancourt para regresar a Colombia. La dirigente política sigue en Europa, donde ha estado el último tiempo, pero manifestó que debe regresar para retomar las riendas de Verde Oxígeno, su partido político.
Pero indicó que no puede hacerlo así nada más, necesita tener garantías de que no le ocurrirá nada malo, ante la creciente violencia que afronta el país.
“He tenido un problema muy grave. Estoy esperando poder volver y no he podido porque no me dan la seguridad necesaria. Llevo meses pidiéndole a la Unidad Nacional de Protección (UNP) que me asignen un esquema de seguridad que nos dé garantías. Más aun cuando vemos lo que está pasando en Colombia y el nivel de zozobra, inseguridad y violencia que está aumentando”, manifestó Betancourt a Semana.
Expuso que personas públicas como ella corren un alto riesgo sin esquema de seguridad, no solo por la clara y frentera oposición que ha ejercido al gobierno del presidente Gustavo Petro, sino por los antecedentes de conocimiento nacional.
Ingrid Betancourt estuvo secuestrada por la guerrilla de las FARC entre 2002 y 2008, y no fue liberada de forma pacífica, sino que tuvo que ser orquestada la Operación Jaque para poder sacarla de la selva. Hoy las FARC no existen como guerrilla, pero permanecen las disidencias, con las cuales el Gobierno Petro intenta negociar la paz.
“La UNP no ha querido darnos un esquema serio y no he podido volver a Colombia por eso. Desde agosto de 2023 estoy esperando que me confirmen. He enviado cartas a la UNP, el partido ha hablado con todo el mundo y no nos dan seguridad. No ha habido poder humano, parece que desde arriba tienen eso bloqueado por una razón muy sencilla, ellos tienen el discurso de que Ingrid Betancourt está en el extranjero y no vuelve, y hacen lo necesario para que yo no pueda volver”, añadió la excandidata presidencial.
Incluso sostuvo que cree que se trata de una estrategia del Gobierno para que ella no pueda regresar, con lo que se mantendría esa idea de que ella no vive en el país.
Betancourt solo cuenta con una camioneta y un escolta para su seguridad en Colombia, pero reconoció que tiene un riesgo mucho más alto de lo que se puede proteger con esas capacidades.
Tan grande es su desespero por volver, continuó, que ya ha intentando con su partido contactar a varias empresas de seguridad privada para que le presten el servicio, ante la poca respuesta de la UNP y el Gobierno, pero esto tampoco ha sido posible, ya que estas empresas reconocen que equivale a un riesgo muy alto protegerla.
“Las compañías privadas que hemos consultado nos dicen: ‘es que el nivel de riesgo suyo es muy alto y no la podemos proteger’. Los hemos buscado porque en últimas uno dice: ‘bueno, apoyemos el esquema con gente privada’, pero no se ha podido”, explicó.
La excandidata a la Presidencia en 2022 reveló que es la primera vez que le ocurre algo así, ya que en anteriores administraciones, como la del expresidente Duque, nunca le faltó protección. Contrario a eso, le dieron todos los escoltas que necesitó para un desplazamiento seguro por el país.
Pese a que a la dirigente no le ocurre nada malo desde la época de las FARC, deja claro que circular por Colombia sin seguridad para una persona como ella es algo muy complejo y arriesgado. “Es que yo tengo unos antecedentes muy graves. ¿Cómo le explico a mis hijos que voy a Colombia sin seguridad después de todo lo que sufrió mi familia? Es muy difícil”, concluyó.