El pasado lunes, 18 de diciembre, el presidente Gustavo Petro lideró una sesión de planeación estratégica para el 2024 en donde los ministros y funcionarios expusieron ante el mandatario lo realizado en sus dependencias durante lo corrido del año y lo que se hará el siguiente.
En este encuentro que se seguirá llevando a cabo este martes, 19 de diciembre, asistieron todos los ministros y directores de Departamentos Administrativos y demás dependencias del Gobierno Nacional.
Tras llevarse a cabo este primer encuentro, el ministro del Interior, Luis Fernando Velasco, se pronunció y aseguró que el mandatario les llamó la atención a los funcionarios debido a la forma en que se estaban ejecutando las políticas y prioridades del Gobierno.
“Una reunión honesta, en donde un presidente que cuida a cumplir sus compromisos de campaña, su Plan de Desarrollo, se sienta con sus funcionarios para saber si lo que está diseñado en la filosofía del PND se va a ejecutar”, aseguró Velasco.
“En este tipo de reuniones se habla con mucha sinceridad y hay momentos cuando nosotros, quienes somos funcionarios, nos tienen que decir qué está pasando aquí”, concluyó el ministro.
Adicionalmente, el ministro del Interior recalcó que “cuando uno tiene la responsabilidad con 50 millones de ciudadanos de llevar buen servicio en salud, educación, dar seguridad, que haya una infraestructura que le sirva al país, pues uno tiene que exigirle al equipo que tiene que hacer todas esas tareas, que las cosas se hagan bien”.
Además, catalogó este llamado de atención como oportuno ya que “si quien coordina ese equipo siente que en algún sector hay alguna dificultad, pues lo tiene que decir sin miel, como debe ser”.
Ultimátum de Petro: ¿otro remezón ministerial?
Pasado un año de la llegada al poder de Gustavo Petro se pueden ver con claridad dos de sus principales problemas para mantener la gobernabilidad: su actitud rígida y altiva frente a opiniones y críticas de técnicos y su incapacidad de conformar un gabinete que responda a las necesidades específicas de cada cartera y del país.
Así lo consideran analistas consultados por El País para quienes el ultimátum que el Presidente le dio esta semana a sus ministros, diciéndoles que tienen un mes para avanzar en la ejecución presupuestal del año, demostraría que los vientos que soplan en la Casa de Nariño no ayudan a que la nave navegue en un mar turbulento, sino que más bien entorpece su rumbo.
Según ellos, la situación interna del Gobierno no se solucionará con un llamado de atención de parte de Petro, ya que identifican razones de fondo para la “pobrísima” ejecución presupuestal de apenas el 15 % para el primer semestre, cuando debería estar cerca al 50 %, y consideran que el deterioro de la seguridad en las regiones y la difícil relación entre el Ejecutivo y el Congreso también tienen qué ver con ella.
Así las cosas, en opinión de varios de ellos, es posible (y tal vez necesario) que el Jefe de Estado cumpla su palabra y descabece en un mes a los ministros que no han dado resultados.
“Hay que entender cómo se llegó a este panorama actual: mi conclusión es que desde el principio Petro nunca tuvo un equipo realmente, nadie del núcleo del Pacto Histórico cumplía los requisitos necesarios para administrar el Estado y tuvo que buscar aliados en otras filas, un ratón amigo que le ayude a cuidar el queso”, plantea el politólogo Ancízar Marroquín.
Y concluye afirmando que “el primer gabinete tuvo una buena alineación, con José Antonio Ocampo y Alejandro Gaviria, pero con ellos no se entendió muy bien; además, los ministros petristas pura sangre no son los mejor capacitados en el manejo de los asuntos públicos ni de un ministerio, porque ni los tiempos ni las formas ni los procedimientos son iguales al sector privado o académico, así que este ultimátum no se da en un vacío, es una situación provocada desde el propio Gobierno”.