Durante más de 25 años la familia del líder conservador Álvaro Gómez Hurtado ha buscado incansablemente saber la verdad sobre la muerte del dirigente político. Varias hipótesis han surgido alrededor de su asesinato, pero hasta el momento ninguna ha llegado con la verdad y la justicia que han clamado sus seres queridos.
En un nuevo panorama, la investigación se surte no solo en la Fiscalía General, que tiene más de cinco conjeturas, sino también en la Jurisdicción Especial para la Paz, JEP, el tribunal creado para juzgar delitos cometidos en el marco del conflicto armado. Y aunque la familia de Gómez Hurtado alega que el asesinato del también catedrático fue un crimen de Estado, las nuevas revelaciones entregadas por la alta cúpula de las Farc confunden el escenario.
En la más reciente actuación en el tribunal de paz, en la que entregó versión el ahora senador Julián Gallo, antes conocido como Carlos Antonio Lozada, uno de los máximos exjefes de las Farc, se mantuvo en su hipótesis que el grupo guerrillero tuvo responsabilidad absoluta en el magnicidio de Gómez Hurtado. La familia Gómez se muestra incrédula.
Lea también: Subastarán oro y plata decomisado a las Farc para reparar víctimas del conflicto en Colombia
Lo que dicen las Farc
Las Farc reconocieron su supuesta responsabilidad en el magnicidio de Gómez Hurtado a finales de 2020, luego de que la exsenadora Piedad Córdoba revelara dicha hipótesis en medios de comunicación. En su más reciente comparecencia ante la JEP la semana pasada, el exjefe de las Farc Julián Gallo dijo que la motivación para llevar a cabo el asesinato fue el discurso de las “repúblicas independientes”, dado por el dirigente conservador, que desató rechazo en las filas de las Farc.
Gallo aseguró que el crimen debe estar registrado en los computadores que incautaron las Fuerzas Militares a Jorge Briceño, ‘El Mono Jojoy’. “No existen documentos por esta responsabilidad de ordenar el hecho o el asesinato, por eso cuando se tiene la información, lo primero que se hace es consultar la dirección superior”, dijo. El actual senador del partido Comunes dijo que el asesinato de Gómez Hurtado no fue premeditado, dado que no le estaban siguiendo el rastro. “Llegó esa información, se transmitió, se puso en conocimiento, y luego se ejecutó así como fue ordenada”, dijo sobre el crimen.
Puede leer: Crimen de Álvaro Gómez: Estas fueron las revelaciones de Carlos Lozada ante la JEP
Lo que dice la familia
La diligencia del excomandante fariano ante la JEP tuvo la participación directa del periodista Mauricio Gómez, hijo del líder conservador, quien le preguntó varios detalles sobre el asesinato a Gallo. La familia de Gómez Hurtado se mostró insatisfecha ante las respuestas, que no corroborarían la versión de la presunta culpabilidad de las Farc en el magnicidio.
“En principio usted dijo que eran cuatro sicarios y ahora resulta que son tres”, increpó el periodista al exguerrillero. “Ustedes tienen tres tipos que no saben cómo se llaman, unas armas que tampoco saben cómo se llaman, unos vehículos que tampoco utilizaron, es decir, ¿qué sabe sobre el crimen de mi padre?”, le dijo.
La familia Gómez no se explica cómo los dos sicarios identificados en el crimen —Federico Carvajal y Juan Carlos Palacios— ya están muertos, mientras del tercero, que era el encargado de ultimar los detalles del crimen, solo se conoce el alias, ‘Danilo’.
El hijo del líder político expresó su indignación y las contradicciones con el proceso: “En 1995 él (Gómez Hurtado) era el único que apoyaba un diálogo con las Farc (…) ¿matarlo por una sentencia de muerte firmada en el 64? Difícil creerlo, lo tienen que probar. Este crimen por la importancia en la mitología de esta guerrilla, como ellos lo dicen, debía ser uno de los más documentados en la vida de esa guerrilla, pero no es creíble que una acción dejada al azar y a una serie de mandos medios que nunca supieron ni dijeron nada y perpetraron una acción en los ámbitos del mando guerrillero”. Mauricio Gómez aseguró que si la guerrilla de las Farc quiere convencer a la familia que mató a su padre, “van a necesitar muchas más pruebas que este relato incongruente en el que nada está claro y no hay un solo testimonio fehaciente”.