Como es costumbre para el presidente, Gustavo Petro, aprovechar los espacios internacionales para promover su idea de deshacerse de los combustibles fósiles en Colombia y esta no fue la excepción en la reciente entrevista que dio a la revista Time, en Dubai, en la que no solo mantuvo su postura como defensor de la transición energética global, sino también cómo un país productor de combustibles fósiles puede descarbonizarse.
“Lo que propongo es no lanzarse al vacío, como dicen algunas voces negacionistas. Más bien, es un cambio en el camino a seguir. Un camino a seguir que, desde mi punto de vista, puede ser mucho más potente y próspero que el camino que estaríamos dejando atrás”, le dijo el Mandatario.
En lo que lleva su mandato, Petro bloqueó nuevas perforaciones de petróleo y gas para comenzar una campaña para anclar la economía a su “riqueza biológica” en lugar de la de combustibles fósiles.
Aunque Colombia es el quinto mayor exportador de carbón del mundo y un productor de petróleo y gas, se ha presionado para que se adopte un lenguaje agresivo sobre los combustibles fósiles. De hecho, es el primer líder de un país productor de combustibles fósiles que mantienen esa narrativa: “Desde hace unos 40 años vivimos de la exportación de ese carbón y ese petróleo. Sin embargo, he querido decirle, primero a la sociedad colombiana y ahora al mundo, que incluso en estas circunstancias la economía debe hacer una transición hacia la descarbonización”.
Asimismo, el Jefe de Estado colombiano le dijo al medio mencionado que ha propuesto el Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional para reducir la deuda de los países de ingresos bajos a cambio de proteger la naturaleza y, en ese sentido, frenar el cambio climático: “El capitalismo tiene como nodo central al sistema financiero, que en cierto modo sirve para la planificación y hay que apelar a él para salir de la crisis”.
Sobre las iniciativas que plantea en Colombia, como es conocido, en la COP28 anunció que destinaría 32 mil millones de dólares en proyectos para promover el transporte ecológico, la energía limpia y la adaptación climática.
A diferencia de los demás mandatarios de izquierda en América Latina, su discurso sobre el cambio climático no está enfocado en ver la riqueza creada por los combustibles fósiles como una fuente necesaria de financiación para los servicios sociales.
De otro lado, Gustavo Petro dice que le preocupa lo que podría desencadenar el cambio climático y la migración. Además, teme la posibilidad de una reacción de la derecha a raíz de las perturbaciones políticas: “Existe un camino racional a seguir. Se trata de aprovechar los escenarios de racionalidad humana que existen hoy, bajo, sin duda, influencias políticas dominantes, e intentar, con planificación y rapidez, hacer la transición hacia otra forma de producir”, indicó a la revista Time.