En una reunión realizada este jueves en la Casa de Nariño con algunos de los familiares de los tres niños rescatados en la selva del Guaviare, la directora del Instituto Colombiano de Bienestar Familiar (ICBF), Astrid Eliana Cáceres, informó que el Gobierno nacional implementará una fiducia para proteger los recursos económicos que sean aportados con destino a la protección de estos menores de edad.

”Fue una reunión bastante amable. La familia pudo entablar el diálogo que quería con el presidente. Básicamente, tuvieron un escenario de mucho agradecimiento por la escucha frente a sus cosmovisiones”, indicó la directora del ICBF, quien también estuvo presente en la reunión.

La directora del ICBF, Astrid Eliana Cáceres, informó que los menores recibirán una ayuda económica. Foto tomada del Twitter de Presidencia Colombia. | Foto: El País

La funcionaría dio detalles sobre la decisión sobre la creación de la fiducia para beneficiar a los niños rescatados después de 40 días en la selva y quienes perdieron a su madre tras el accidente aéreo que los dejó a la intemperie.

”Manifestaron la necesidad de protección y, en esa medida, el presidente les manifestó una figura que vamos a implementar, que es una fiducia económica, para que todo aporte económico que entre tenga protección del Estado y garantice los derechos de los niños. Esa fiducia solo se podrá ejecutar en garantía de los derechos de los niños y con visto bueno del ICBF”, resaltó.

Igualmente, la funcionaria aseguró que los familiares estuvieron de acuerdo con esa figura y añadió que se estudia la forma como la familia de los menores puede beneficiarse con los programas sociales que impulsa el Gobierno del Cambio.

Anuncio de la directora del ICBF, Astrid Eliana Cáceres, tras la reunión entre el presidente Petro y los familiares de los niños. Foto tomada del Twitter de Presidencia Colombia. | Foto: El País

”Ellos van en una recuperación muy importante y han evolucionado muy bien, por fortuna. Están ganando peso y talla, que es lo más importante que nos ha dicho el hospital, que van en un proceso de talla y peso muy bueno. Esperamos una evolución muy positiva. Todavía no tienen parte de salida. Estamos esperando hasta que todo el proceso de recuperación esté bien y esperamos que se pueda lograr”.

En relación con el proceso de restablecimiento de derechos de los menores, Cáceres afirmó que es “un proceso que tiene unos ritmos que estamos respetando. Estamos acompañando a la defensora para que tenga un equipo muy sólido, de antropólogos, de psicólogos, en el trabajo de recuperación de toda la memoria de lo que pasó antes, durante y dentro del duelo que también los niños están viviendo”.

“Los niños rescatados estuvieron con las Farc”: Salud Hernández

La historia del rescate de los niños indígenas perdidos en la selva del Guaviare le dio la vuelta al mundo. El pasado 9 de junio, el país entero vivió el júbilo: los cuatro hermanos que llevaban cuarenta días desaparecidos tras sufrir un accidente aéreo fueron encontrados con vida.

Desde entonces, se han conocido detalles de cómo pudieron sobrevivir los niños, de su actual estado de salud e incluso han salido a la luz dolorosas denuncias de la comunidad indígena de Puerto Sábalo sobre la vida que la familia uitoto Ranoque Mucutuy llevaba en la espesa selva.

El ‘milagro’ en la selva también despierta suspicacias, pues hay quienes aseguran que los niños estuvieron en manos de la guerrilla de las Farc. En su columna de este sábado 1.° de julio en SEMANA, Salud Hernández asegura que tanto el presidente Gustavo Petro como el ICBF “conocen más de lo que han admitido”.

Salud Hernández-Mora viajó hizo un recorrido por tres departamentos, donde conoció detalles del caso. | Foto: Foto 1: Semana / Foto 2: Fuerzas Especiales

La columnista, que realizó un viaje de reportería por los departamentos de Guaviare, Vaupés y Caquetá, inicia el texto contando que en el área donde cayó la avioneta “solo hay una comunidad indígena, de apenas 113 almas”. “Y en las diez horas que demoras desde Cachiporro, por el imponente Apaporis, hasta la zona del siniestro, apenas encuentras tres pequeñas fincas aisladas, muy distantes entre ellas y enclavadas en un océano de selva virgen”, narra.

“Lo indudable es que el frente primero de las Farc, que tiene en esa región uno de sus feudos más tradicionales, tuvo que interesarse por el accidente como haría cualquier autoridad local. Las mismas Fuerzas Militares reconocieron que hallaron un campamento. Pero, dijeron, ya estaba en desuso”, señala Hernández unos párrafos después.

Y es que, según dice la periodista, “la región sigue siendo importante para las Farc por su historia y su situación estratégica”, pues, explica, el avión se estrelló en Solano, Caquetá, a hora y media del río Apaporis, la única forma de llegar a Tacunema.

“Si bien todo indica que los niños anduvieron solos unos días y pernoctaron en los refugios que más tarde encontraron los soldados, desde el principio existía la hipótesis de que los cuatro hermanos estuvieron en manos de alguien un tiempo”, recalca la columnista.

Los niños indígenas fueron encontrados en estado de desnutrición. | Foto: Suministrada a SEMANA

Y en este punto, revela que en su viaje por esta selva concluyó que “el frente primero de las Farc de Iván Mordisco los encontró antes que nadie y los mantuvo en sus manos”. Según Hernández, esta afirmación la obtuvo gracias a diversas fuentes que permanecerán en el anonimato.

“El cabo suelto que me faltaba por atar estaba en Vaupés y el Apaporis. El 16 de mayo el ICBF adujo que trabajaba con comunidades en la zona y por eso obtuvo la información de que llegarían los niños a Cachiporro en una embarcación. Pero la única comunidad en el área es la mencionada y no tienen ningún programa con ellos”, explica Hernández.

Además, detalla que la guerrilla tenía razones para no alimentar a los pequeños, pues, según ella, no había manera de conseguir productos sin ser detectados por los uniformados de la Fuerza Aérea que estaban a cargo de la búsqueda. “Y al recorrer la región comprendí que no podían hacerlo aunque quisieran. Por una vez acepté su lógica”, dice.

Y agrega que “si el frente primero tuvo secuestrados a policías, militares y civiles entre seis y diez años, y se acostumbró a ignorar los llantos de sus familiares, guardar a cuatro pequeños unas semanas no debió parecerles nada malo”.

“Mi hipótesis no demerita la heroicidad de Lesly y sus tres hermanos. Salir ilesos de un accidente aéreo, soportar el dolor de ver a su mamá muerta, resistir en la selva solos y después con un grupo armado en condiciones precarias tiene el mismo valor”, advierte la columnista en su texto, donde también asegura que esta conclusión no choca con las tradiciones culturales indígenas.

Aunque destaca el “magnífico trabajo” de las Fuerzas Especiales en el terreno, también cuestiona que “algo en las alturas bogotanas falló y desecharon pistas” en medio de la búsqueda para dar con el paradero de los cuatro pequeños.