“A priori es una derrota, si bien Iván Name no está en el ala radical de la oposición, puede ser una piedra en el zapato para el Gobierno en términos de aligerar el trámite de los proyectos y las reformas que, en varias de ellas, se hizo énfasis en el discurso del Presidente, sobre todo las que quedaron pendientes en la legislatura anterior”.
Así analiza, el consultor político Álvaro Benedetti el ‘sablazo’ que recibió el presidente Gustavo Petro, luego de que en los pulsos políticos para quedarse con las presidencias de Cámara y Senado ganara, para la primera, el liberal Andrés Calle, y en la segunda, Name, uno de los senadores ‘verdes’ más críticos a la Administración.
Benedetti explica que “los candidatos que, en su orden, había propuesto el Gobierno, Inti Asprilla y Ariel Ávila, ni siquiera figuraron competitivos en torno a la elección, así que es complejo el panorama desde el trámite legislativo. El nuevo presidente es más cercano a la política tradicional y seguramente va a tener una capacidad transaccional mayor con colectividades tradicionales, que propiamente con el Ministerio del Interior”.
Name, se quedó con ese cargo obteniendo 54 votos, un margen muy pequeño sobre los 50 votos que alcanzó Angélica Lozano, la postulada oficial por la bancada del Pacto Histórico y para quien Luis Fernando Velasco estuvo buscando votos.
El analista atribuye ese giro del juego a último momento a que “el partido Alianza Verde hace rato viene atomizado. No es una colectividad muy homogénea porque hay un sector bastante cercano al Gobierno y otro que se ha considerado independiente y, en consecuencia, la división dentro de lo que fue la elección del pasado jueves, fue una clara muestra de ello”.
Además, la victoria de Name también se debió a que sumó puntos de partidos independientes y de la oposición, demostrando que se estaría conformando un bloque opositor que le podría estropear los planes a la Casa de Nariño en su plan de sacar adelante las reformas de salud, pensional, trabajo y las de educación y servicios públicos.
De hecho, para el director del doctorado en Estudios Sociales de la Universidad del Rosario, Carlos Charry, “la principal implicación que tiene que Name haya quedado como presidente del Senado es que, según sus declaraciones, llama a reconstruir los vínculos políticos para pasar las propuestas de Petro”.
“Se sabe que no es un político cercano al Gobierno, es más tirado hacia el centro, pero eso puede tener de bueno que se inician actividades con un tono conciliador y prestos a la negociación. Sus palabras marcan una ruta de trabajo y es integrar a la oposición al debate y generar garantías. Eso puede ser positivo si el Ejecutivo asume una verdadera disposición de apertura política”, agrega el docente.
Asimismo, los expertos coinciden en que el Presidente deberá ser más flexible para encontrar consensos con las bancadas y centrarse en sustentar sus iniciativas con aspectos más técnicos, dejando a un lado el carácter ideológico, el cual podría ser un punto de disgusto para el Gobierno si no entiende la dinámica del legislativo.
“A pesar de que Gustavo Petro y su Ministro del Interior vienen del Congreso y saben cómo funciona, siguen enclaustrados en las discusiones ideológicas y si no pasan a una cuestión más técnica, de apertura, de entender a la oposición, probablemente tengamos un resultado en el que sus propuestas finalmente no pasen”, señala Charry.
Y continúa: “es positivo para la democracia que sea Iván Name el presidente del Senado, porque genera garantías para el funcionamiento de los debates, quizás para la Administración no sea tan bueno, pero tampoco es del todo malo mientras se muestre positiva y abierta a trabajar”.
¿Triunfo en la Cámara?
Aunque desde muchos sectores aseguraron que el resultado favorable para el liberal Andrés Calle con el que se quedó en la presidencia de esa corporación fue un triunfo para el Mandatario, los expertos están de acuerdo con que no se debería cantar victoria tan pronto.
Según Benedetti, “miraría con desconfianza que sea positivo para el Gobierno, a priori lo es, porque dentro de la terna que había postulado el Partido Liberal tal vez es quien se ha mostrado más cercano al progresismo expuesto por Petro. Sin embargo, no olvidemos que el liberalismo tiene estructuras que desde el centro, hablando de César Gaviria, ha tenido reparos a las decisiones del Jefe de Estado”.
Las afirmaciones de que la presidencia de Calle haya sido un logro para el Gobierno del cambio, se dieron por su participación en la campaña que llevó a Gustavo Petro a la presidencia, donde logró que un sector liberal de los departamentos de Sucre y Códoba, apoyaran al hoy Jefe de Estado.
En ese sentido, Charry considera que haber logrado 179 votos se debió “a que los liberales están diciendo: bueno, debemos tener garantías para una discusión técnica. Pero el hecho que no queda bien en la elección de Name y Calle, es que se saltaron a las bancadas y puede suceder que los jefes de los partidos llamen a los miembros a cumplir las decisiones de bancada, y por consiguiente, puede que el presidente de la Cámara se vea limitado”.
Y finaliza: “No es un triunfo, pero el Gobierno tendrá las condiciones para que los debates se agilicen, aunque depende de su actitud”.