“Queremos formar parte de las mesas de trabajo para participar en la creación de la reforma a la salud desde el punto de vista técnico y ético, aquí no hay ideologías de ningún lado, ni política de ningún lado”.
Ese es el llamado de la presidenta de la Asociación Colombiana de Sociedades Científicas, Acsc, Dora Bernal, quien insiste en que el proyecto del Gobierno incluya la dignificación del talento humano en salud.
Especialista en Medicina Familiar, plantea sus preocupaciones sobre el despegue de la iniciativa, la atención al paciente y su financiación.
¿Cuáles son las ‘líneas rojas’ de la asociación sobre esa reforma?
Como grupo de técnicos hemos venido trabajando desde hace dos años en la iniciativa. No tenemos ningún interés distinto que el técnico, de hacer proposiciones y observaciones. Consideramos que en Colombia hay una ley estatutaria que es la columna vertebral del sistema de salud y es la que hay que reglamentar. Cuando aparece la propuesta de la reforma a la salud, una de las conceptualizaciones es para sacar adelante la estatutaria, pero en esa complejidad surgen temas que son importantes. En la Acsc nos interesa especialmente la dignificación del talento humano en salud, porque somos actores principales en este escenario y tenemos derechos y nos preocupa la formación para la superficie de lo que se necesita en el país, así como la atención al paciente, la puesta en marcha del modelo y la financiación.
¿Y qué cree que sea positivo?
La reforma es necesaria en este momento, pero se debería construir sobre lo construido, debemos evitar acabar con lo que tenemos.
De acuerdo con el proyecto de ley, ustedes no tendrían puesto en el Consejo Nacional de Salud...
El Consejo es fundamental, porque es asesor del Misterio de Salud y tiene que ver con la generación de políticas y otras funciones. Según la reforma, a nosotros nos dan un solo puesto, mientras en el anterior eran 45. Si bien ese número es muy grande e imposible de controlar, en esta nueva posibilidad que plantea el proyecto a los profesionales de la salud nos dan apenas uno. Pero es que nosotros no somos solo médicos, necesitamos las demás profesiones: enfermas, trabajadores sociales, fonoaudiólogos, terapeutas y farmaceutas, agrupados en otra asociación.
¿Qué piden ustedes?
Hace dos años dijimos que tenemos que tener representatividad en ese Consejo de Salud, pero tenemos que trabajar en conjunto, así que nos unimos 16 agremiaciones del sector y nos llamamos Acuerdos Fundamentales y estamos conformados por colegios médicos, la Academia Nacional de Medicina, grupos de estudiantes y residentes y la Federación de Sindicatos Médicos, y entre todos trabajamos en construir propuestas. Hemos generado toda una dinámica de conversación y tenemos acuerdos grandotes, por eso consideramos que debemos tener, no solo nosotros, sino todos los profesionales de la salud, un lugar en la construcción de la iniciativa, y vamos a buscar alguna estrategia para que podamos estar.
¿Cuáles son esas propuestas que han construido entre todos?
En el Consejo debemos estar grupos y gremios del orden nacional y, si no es así, por lo menos que agrupen una gran cantidad de profesionales que puedan aportar para construir de una manera proactiva las políticas de salud. También estamos pidiendo que todas las decisiones que se tomen sean vinculantes, es decir, que tengan la fuerza de una norma.
Una inquietud es el exceso de auditorías que están planteadas en la reforma para el ejercicio médico...
El tema de fondo es la autonomía médica, el deber ser del profesionalismo, que dice que, para desarrollarme como profesional, tengo una autonomía que me dicta la ética, las normas, la ciencia y la evidencia, para tomar la decisión que considere correcta para el paciente. La ley estatutaria define qué es la autonomía médica, pero en la reforma no tenemos un sustento importante para saber cómo se va a manejar esa autonomía, entonces lo quieren hacer a base de un montón de auditorías, y aunque estamos de acuerdo en que son necesarias, creemos que deben ser hechas por pares, para que se pueda generar un encuentro de tú a tú con argumentos válidos.
Pareciera que el proyecto deja muchos asuntos en el aire...
Claro, pero un legislador va a decir que esto es una ley que plantea cosas generales que después se van a reglamentar, pero es necesario que queden claras cosas como la dignificación del talento humano en salud, porque tenemos unas particularidades: no debe ganar lo mismo un neurocirujano pediatra que una médica familiar, porque hay complejidades, años de estudio, experiencia y habilidades quirúrgicas.
Además, el manual tarifario está congelado desde la Ley 100. ¿Qué nos van a pagar? Por eso nadie quiere trabajar en la red pública. ¿Cómo se va a trabajar por precios que son deficitarios para las actividades que se realizan, sobre todo en las áreas de especialidades?
¿Creen que esa política tarifaria se vea afectada con la reforma?
Es que el manual tarifario está desactualizado, porque se mide con unos parámetros, como el tiempo de estudio, qué tanto estresa la profesión, o sea, es distinta una consulta de un médico familiar a una cirugía de catorce horas de un neurocirujano, y hay especialidades que vienen peleando por eso, porque no es justo, y ahora esta reforma quiere plantear que todo sea público. ¿De dónde van a conseguir especialistas que quieran trabajar con esas tarifas?
Las personas que no han tenido problemas con su EPS están muy expectantes, ¿qué pasará con ellas?
Lo que plantea la reforma es que las EPS ahora se van a llamar gestoras de salud y van a ser las gestoras del riesgo. La dificultad que le vemos es que no hay una coherencia en las redes integrales e integradas de servicio. Por lo menos como está planteado en el articulado, eso queda en un limbo y no sabemos con claridad cómo va a ser la interrelación. Entonces, los legisladores pueden decir que hay que esperar la reglamentación, pero en eso no se ha avanzado y es algo en lo que podemos aportar.
La reforma plantea un pago directo a las gestoras, ¿qué opina?
En las audiencias públicas estamos planteando que el problema del pago directo es cómo se va a monitorear y auditar, porque va a pasar lo mismo que nos pasaba hace tiempo con el Seguro Social y es que en octubre ya no había forma de que operaran a alguien porque no había recursos y, para acabar de rematar, ese último giro que hizo el Gobierno de techos máximos es insuficiente. Entonces, esa cantidad de dinero se va a acabar rápido y ¿quién va a responder por eso? Los pacientes ya están sintiendo las restricciones.
¿Cuál es el mensaje que envía la Acsc ahora que reinicia el debate?
Como Asociación Colombiana de Sociedades Científicas queremos ser atendidos. Hemos hecho proposiciones en todo el proceso y tenemos nuevas, porque el proyecto ha tenido variaciones y siguen habiendo cosas que nos preocupan. Queremos que, si hay preguntas, nos llamen, formar parte de las mesas de trabajo desde el punto de vista técnico y ético, aquí no hay ideologías ni política de ningún lado, sino lo estrictamente técnico, para que el proyecto sea el mejor, el que todos necesitamos, los pacientes, por supuesto, pero el talento humano también.