Como un retroceso calificaron algunos líderes del mundo, los resultados de las elecciones para definir el nuevo parlamento de la Unión Europea, donde la ganadora fue la presidenta de la Comisión Europea y candidata del Partido Popular Europeo (PPE), la alemana Úrsula von der Leyen, quien obtuvo más de 180 de los 720 escaños de la Eurocámara.
Justamente, uno de los primeros en pronunciarse fue el presidente colombiano Gustavo Petro, que en sus redes sociales lamentó los resultados de los comicios, en el que los partidos de ultraderecha tuvieron un gran triunfo, ya que los movimientos socialistas, de izquierda y verdes solo suman el 31% de los escaños.
El presidente Petro afirmó que “La extrema derecha gana Europa. El siglo de las luces se apaga: es lo que llamo el 1933 global; la riqueza distribuida por el estado del bienestar ha anestesiado a los pueblos europeos y como en el pasado, reaccionan contra los éxodos que ellos mismos han provocado con sus guerras de conquista, convocando a los Nazis”.
Para el mandatario, estos resultados serían un claro indicio de que Europa ya no es el “faro de la democracia”, al calificar los resultados como el desenlace del “fascismo en el poder” de potencias económicas y sociales que hoy están en serio riesgo.
Un escenario nada favorable
La escena política internacional no ha sido del todo favorable para el presidente Petro, a excepción de la escogencia de Claudia Sheinbaum, quien fue elegida como presidenta de México.
Los candidatos apoyados por el gobernante colombiano a nivel internacional no han obtenido el triunfo, alterando su anhelo de una Latinoamérica progresista.
En Argentina y Ecuador ganaron Javier Milei y Daniel Noboa; mientras que en Perú el mandato de Pedro Castillo tuvo un final abrupto y la que gobierna es Dina Boluarte.
“Claudia ayudó en los tiempos de la clandestinidad al M19 en México. Desde muy joven ha sido una gran luchadora social. Una mujer de la izquierda dirigiendo una de las naciones más grandes del mundo”, indicó Petro.
Para algunos llama la atención que Petro se haya referido a que “América Latina es el faro de la democracia”, cuando hay mandatos cercanos a su línea ideológica son altamente cuestionados: tal es el caso de Venezuela, con el régimen de Nicolás Maduro; Nicaragua, con el dictador Daniel Ortega, y Cuba, con la administración de Miguel Díaz-Canel, como los casos más representativos.