El presidente de la República, Gustavo Petro, se volvió a referir a la caída de la Reforma a la Salud en el Senado el pasado miércoles. Según el mandatario fue gracias a una violación a la Constitución y a la ley que fue posible el hundimiento.
“En la comisión séptima de senado nos derrotó Keralty por ahora. No es cualquier cosa. Nos derrotaron, no unos cuantos parlamentarios financiados por unos extranjeros; Nos derrotó, una violación flagrante de la constitución y la ley”, dijo el mandatario en su cuenta de Twitter.
El mandatario aseguró que “Mírese por donde se mire, recursos públicos de la salud financiaron campañas o recursos extranjeros financiaron campañas y partidos. Eso está prohibido por la Constitución y la ley. Es de un inmenso peligro para la democracia colombiana porque indica no solo la privatización corrupta de la política, sino la pérdida de la soberanía nacional”.
El mandatario hace referencia a la empresa Keralty dueña de la EPS Sanitas, esta última que fue intervenida hace poco por la Superintendencia de Salud, en lo que calificó como un hecho “improvisado, ilegal, desproporcionado y discriminatorio”
El hundimiento se dio luego de una votación de 9 votos en contra del proyecto contra de apoyo, pese a la llegada al recinto del ministro del Interior, Luis Fernando Velasco, y el ministro de Salud, Guillermo Jaramillo.
Se trata de la mayor derrota que el actual Gobierno haya sufrido en el Congreso, toda vez que el ajuste estructural al sistema de salud fue una de las principales propuestas con las que Gustavo Petro alcanzó la Presidencia de la República, hace ya casi dos años.
Además, en su lucha de 14 meses por sacarla adelante, el Presidente gastó un enorme capital político, pues no solo hizo un relevo en el Ministerio de Salud, sino que además sacrificó su planteamiento de concretar un gran acuerdo nacional con todos los partidos.
La reforma implicó también la salida del Gobierno de otros líderes que lo apoyaron, como el ex ministro Alejandro Gaviria, quien entregó la cartera de Educación y pasó a convertirse en un duro crítico del Ejecutivo.