“Trabajaremos para articular sus propuestas de campaña y que podamos construir un país que combata la corrupción, la injusticia y le haga frente a la crisis del cambio climático”.
Esas fueron las palabras del presidente Gustavo Petro luego de que en las elecciones territoriales del pasado domingo sufriera una derrota, tras conocerse que en las principales ciudades y departamentos ganaron líderes políticos de centro y derecha, situación que lo llevó a hacer un llamado a una articulación conjunta.
Para el docente de la Universidad del Rosario Mauricio Jaramillo Jassir, ese mensaje es un acierto en tanto “sale de la lógica de confrontación que había mostrado en redes sociales”.
“Ayer volvió a su rol de la cabeza del Estado y de llamar a trabajar a los gobiernos locales, así no sean de su color político”, agregó.
Su teoría es que la polarización “es el escenario en el que se mueve la política” actualmente, porque el discurso nace y se promueve de esta forma desde los partidos, los líderes y hasta los mismos medios de comunicación.
“Cuando uno ve, por ejemplo, que llega al Concejo de Cali una persona que le disparó a los manifestantes en las protestas del Paro Nacional y recibió el aval del Centro Democrático, es muy difícil no entrar en la dinámica de la confrontación”, indicó.
Sin embargo, aunque se pensaba que el Mandatario había asumido una posición tranquila, horas después acudió a su cuenta de X, antes Twitter, diciendo que se pretendió infundir miedo en el elector y aun así “el mapa de la victoria presidencial se mantiene”.
No obstante, la publicación del Presidente no elimina el hecho de que en las principales gobernaciones y alcaldías del país ganaron posibles opositores a su Administración.
De hecho, en Barranquilla se impusieron los Char nuevamente, quedando de segundo el voto en blanco y en el tercer lugar de las votaciones figuró Antonio Bohórquez, candidato del Polo Democrático.
Para Luis Trejos, profesor de Ciencia Política de la Universidad del Norte, la sorpresa no es tan grande, pues lo mismo había sucedido en 2019 y “eso lo que dice es que en Barranquilla no se ha logrado consolidar una oposición sólida a la ‘Casa Char’”.
“Este es un proyecto que, si bien puede generar críticas, ha logrado una hegemonía”, afirmó.
Esta se explica desde varios frentes: se presenta con una espalda económica muy fuerte, tiene un poder cultural que se difunde mediante emisoras y, sin duda, las emociones que provoca el Junior se trasladan al plano político.
Sin dejar de lado que Alejandro Char es un político muy carismático y que, como apunta el analista, “se ha reproducido la narrativa de éxito en la ejecución”.
El reto ahora es que la Administración se articule con un gobierno “que no es amigo de la ‘Casa’”, añadió.
Permite, además, hacer la comparación con Independientes, el partido de Daniel Quintero que apoyó la candidatura de Juan Carlos Upegui. El ex alcalde de Medellín, así como Caicedo, renunció a su cargo para apoyar a alguien, pero no le alcanzó en las urnas.
El triunfo en esa ciudad fue para Federico Gutiérrez, quien tras agradecer a sus votantes le envió un mensaje contundente al Presidente en el que le solicitó garantías para los nuevos mandatarios que, como él, hacen parte del sector de la oposición.
“El país decidió que ahora sí hay un verdadero cambio. No es el momento de seguir dividiendo, sino de redefinir el rumbo del Gobierno”, añadió.
Asimismo, en Cali, Medellín, Bucaramanga, Bogotá y Barranquilla venció la derecha y el centro, lo que permite “identificar que hay voto castigo y un desgaste del año largo de Gobierno Petro”, añadió Jaramillo, quien también aseguró que “donde hay más poder, sí ganó la oposición y eso implica para el Presidente un estado de opinión en los dos años y medio que le quedan”.
En eso coincidió el excandidato presidencial Sergio Fajardo: “Las estruendosas victorias de (Carlos Fernando) Galán en Bogotá, ‘Fico’ en Medellín, (Alejandro) Eder en Cali y Char en Barranquilla cambian la cancha del juego político. La sonora derrota del Gobierno Petro pone en entredicho el cambio”.
“Eso va a llevar, y es un escenario complicado, a que la negociación del Gobierno Nacional con los territoriales y locales con lo que no tuvo relación en la primera parte de su Administración se convierta en una negociación de platas y cupos para ver qué se apoya en el Congreso a cambio de dar a esos territorios. Tremendo y fatal”, dijo.
En el Valle del Cauca triunfó el Partido de la U, con Dilian Francisca Toro, quien, en diálogo con El País, reconoció que deberá trabajar con Gustavo Petro, porque “todavía no hemos visto una ejecución real del Presidente en el departamento”.
En Bogotá, el mandato de la ciudadanía fue contundente. La posibilidad de una segunda vuelta fue desechada cuando Carlos Fernando Galán, del Nuevo Liberalismo, alcanzó el 49 % de la votación.
Le siguió Juan Daniel Oviedo, que lanzó una candidatura por firmas, y de tercero quedó Gustavo Bolívar, la apuesta del petrismo en esta contienda, ocasionando que desde ese mismo sector haya quienes le estén pidiendo al Jefe de Estado reevaluar la manera en la que está operando el Pacto Histórico.
En palabras de Alfredo Saade, excandidato presidencial y quien se prepara para asumir la dirección del Instituto de la Gestión del Agua en La Guajira por mandato de Petro, “el fracaso en las urnas se debe al fracaso en la mesa nacional, que se dedicó a replicar las tácticas de los partidos tradicionales para escoger a los candidatos que llevarían las banderas con que lo llevamos a la Presidencia”.
Por tanto, le pidió al Jefe de Estado, “con respeto y aprecio”, acabar dicha coalición. Y es que la capital del país ha estado en boca del resto de colombianos por cuenta de las discordias entre el Primer Mandatario y la actual alcaldesa, Claudia López, quienes se distanciaron por un tema en concreto: el metro.
Para Jaramillo, sin importar que en Bogotá repita un alcalde de centro, lo que se puede resaltar es que Galán “tiene mayor capacidad de consenso”.
Así las cosas, según analistas, el Presidente tendrá que lidiar con una piedra más en el zapato, que será tener a varios gobiernos locales en contra, sumado a tener un gabinete que no termina de convencer a diferentes sectores del país, y una favorabilidad que, según encuestas, es cada vez más baja.