El escenario al que se enfrenta Gustavo Petro ante la Comisión de Acusación de la Cámara de Representantes parece no estar a su favor, situación frente a la que el Presidente no ha ocultado su preocupación desde que supo cómo estaría la conformación de las mesas directivas del Legislativo el año pasado.
De hecho, desde antes de asumir como el mandatario de todos los colombianos, en una reunión con sus colaboradores, Petro habría comentado sobre esa circunstancia, la cual volvió a ser pública el pasado miércoles 7 de junio durante las manifestaciones a favor de sus reformas sociales que él mismo convocó.
En su discurso, Petro dijo: “Una vez tumben las reformas, piensan destruir al presidente en la Comisión de Acusaciones para hacer lo mismo que se hizo en el Perú, es decir, llevar al presidente a la cárcel y cambiar el gobierno por un nuevo presidente no elegido por el pueblo”.
Luego, aseguró que en Colombia eso no sucedería, porque, para él, cuenta con el respaldo de los ciudadanos. Además, dijo que esos llamados a los que deberá atender son un “golpe blando” y que sería “un golpe de Estado, un golpe contra la voluntad popular”.
Generalmente, la Comisión de Acusación es poco temida por las administraciones, ya que los recién posesionados presidentes cuentan con mayorías a su favor en esas mesas. Sin embargo, tengan o no las fichas a su favor, esta sala puede adelantar un juicio penal, disciplinario, fiscal y político, teniendo el poder de tumbar a un jefe de Estado si encuentran las razones correspondientes y legales para hacerlo.
Lo anterior cobra sentido a las preocupaciones del Presidente, quien tiene cuatro denuncias en esa Comisión, por los audios del ex embajador de Colombia en Venezuela Armando Benedetti, que fueron reveladas por la revista Semana, en los que hablaba sobre el ingreso de dineros del narcotráfico a la campaña presidencial que llevó a Petro a la Casa de Nariño, posibilidad que ha hecho que desde diferentes sectores recuerden el conocido Proceso 8000 que involucró al exmandatario Ernesto Samper.
La incertidumbre en el Jefe de Estado tiene lógica, ya que de 18 representantes investigadores, hoy tendría nueve a favor y ese mismo número en contra. Un empate que para nada es alentador, teniendo en cuenta que desde que se reveló también por la revista Semana que su exjefa de gabinete le había hecho una prueba de polígrafo a la exniñera de su hijo, Marelbys Meza, el escándalo parece una bola de nieve que no deja de crecer con el paso del tiempo.
Ya los números en el Congreso le empiezan a llenar de piedras el camino a Petro, quien en la Comisión de Acusación tiene, según Semana “tres votos del Pacto Histórico: Alejandro Ocampo, Alirio Uribe y Gloria Arizabaleta, y el apoyo del congresista Wilmer Carrillo del partido de La U”, quien dirige la célula Legislativa.
Asimismo, señala que por los lados del Partido Conservador, solo tendría el voto de Daniel Restrepo. “De Alianza Verde tendría el guiño de Olga Lucía Velásquez; uno de curules de Paz, William Aljure, y dos del Partido Liberal, Kelly González y María Eugenia Lopera. José Octavio Cardona está en veremos”, dice el medio de comunicación.
En contra tendría a los integrantes de los partidos de oposición, como los congresistas “Carlos Cuenca, de Cambio Radical; Hernán Cadavid y Óscar Villamizar, del Centro Democrático, y Jorge Eliécer Tamayo, de La U”
Y agrega que “tampoco contaría con el respaldo de Juan Carlos Wills y Wadith Manzur, del Partido Conservador, ni de la representante Katherine Miranda, de la Alianza Verde, quien cada vez tiene más distancia con la Casa de Nariño. A ellos también se le suma el congresista Jorge Rodríguez Tovar, quien tiene una curul de Paz. En conclusión, el presidente no tiene las mayorías y cualquier cosa puede pasar”.