El Congreso y las fuerzas políticas en Colombia “se acercan a un momento de definición”, estimó el presidente Gustavo Petro, quien advirtió a la oposición contra la tentación de “derribar gobiernos” y la llamó a sumarse a un “pacto social”.
Miles de personas se manifestaron el pasado martes 20 de junio en las principales ciudades de Colombia contra las reformas sociales impulsadas por el Gobierno de Petro, que enfrenta dificultades para hacerlas realidad en un Congreso sin mayoría oficialista.
El Ejecutivo arrancó su mandato en agosto de 2022 con el apoyo de la izquierda y algunos partidos tradicionales, pero varios escándalos han derrumbado la coalición y sus reformas naufragan en su primer año de Gobierno.
“La sociedad y el Congreso, las fuerzas políticas, se acercan a un momento de definición”, afirmó Petro, al ser interrogado en una entrevista con medios de comunicación en París sobre el riesgo de que el caso de las escuchas ilegales que salpica a su Administración pueda dificultar su labor.
Las fuerzas políticas colombianas, agregó, se enfrentan a la disyuntiva de acercarse al “lugar común” que ya conoció América Latina de “derribar gobiernos a través de golpes, parlamentarios algunos”, o de acercarse a un “pacto social” basado en “la construcción de una nueva riqueza”.
“Si se va hacia la violencia de destruir el Gobierno popular, el pueblo responderá”, pero si la oposición “acepta nuestra invitación, podremos construir una gran nación pacífica, moderna y profundamente democrática, que es a lo que aspiro”, subrayó.
Las reformas
El primer mandatario de izquierda de Colombia enfrenta uno de los peores escándalos políticos de su gobierno, bajo investigación por un caso de escuchas ilegales y presunta corrupción en la financiación de su campaña presidencial.
Su falta de mayoría le impidió además aprobar medidas clave como la reforma laboral que aspira a reducir la jornada de trabajo, ordenar el pago de horas extras y endurecer las condiciones para los despidos.
“Ahí fracasamos en el proceso”, confiesa el también economista, quien subrayó que Colombia tiene el mayor número de “horas trabajadas” por trabajador y año de los países de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE).
Sobre su reforma agraria, estimó que “resolver el problema de la tenencia de la tierra”, cuya situación comparó con la edad feudal en España, permitirá “mejorar las condiciones de desigualdad social” y “plantear la base de una industrialización del país”.
Y pidió ayuda a Estados Unidos y Europa para acabar con esta situación de acaparamiento de tierras, que “se agravó con el narcotráfico”, con medidas que ayuden a “financiar” el proyecto que busca “comprarles la tierra a quienes la tienen (...) y entregársela a quien no la tiene”.
Paz Total
El mandatario conversó con medios de comunicación junto a las imponentes columnas de la antigua sede de la Bolsa de la capital francesa, el neoclásico palacio Brongniart, al término de una cumbre para un Nuevo Pacto Financiero Mundial.
En noviembre pasado, este exguerrillero de 63 años ya pisó el mismo recinto para presentar su plan de “Paz Total” y abogar por un cambio en la política mundial de drogas, durante el Foro de París sobre la Paz.
Desde entonces, el Gobierno de Colombia y el Ejército de Liberación Nacional (ELN), última guerrilla activa en el país, firmaron a principios de junio en La Habana un acuerdo de cese al fuego por un plazo de seis meses.
Y ahora quiere conseguir lo mismo de una manera “muy seria, muy verificable” con el Estado Mayor Central (EMC), la principal disidencia de la exguerrilla de las FARC, en un proceso “que comienza” y para el cual “ya están las delegaciones configuradas”, reveló.
Redacción de El País y Agencia AFP.