“A pesar de que mi gabinete, y su apuesta por el diálogo y el pacto, fue rechazado por alguna dirigencia política tradicional y del establecimiento, vamos a persistir con nuestro programa y nuestra vocación de grandes acuerdos nacionales”.
Con estas palabras, el presidente Gustavo Petro anunció los nuevos ministros que conformarán su gabinete, luego de que en la noche del martes les pidiera a todos los jefes de carteras la renuncia protocolaria (ver recuadro).
Pero la que probablemente fue la salida más inesperada fue la de Carolina Corcho, dado la defensa acérrima que había hecho de la reforma a la salud, que aún no ha sido aprobada.
Sin embargo, para muchos sectores ella es la responsable de que, como lo dijo el Mandatario en su cuenta de Twitter: “La coalición política pactada como mayoría, ha terminado”.
Al respecto, el director del doctorado en Estudios Sociales de la Universidad del Rosario, Carlos Charry, menciona que “se decía que Corcho era una de las más cercanas al Presidente. Su salida es un llamado de atención para la gente de la bancada que dice: no se hizo bien el trabajo; el objetivo era lograr una reforma bajo parámetros propios del Gobierno que representa, y eso no se está logrando”.
“Quizás, el Presidente retira a la Ministra en un momento en que busca tener una persona de carácter más político, que sepa mediar y negociar con las diferentes bancadas, y por eso la persona que pone (Guillermo Jaramillo) es de su séquito más cercano y sí sabe negociar y tiene una amplísima hoja de vida a nivel político”, agrega.
De acuerdo con lo anterior, el analista político Álvaro Benedetti observa que “lo de Corcho es un castigo ante su muy baja capacidad de negociación, dado que llevaba casi nueve meses intentando adelantar una reforma, primero desde lo estructural, con enormes vacíos, deficiencias y con poco rigor técnico y que, una vez que llega al Congreso, parece que tiene poca capacidad de negociación política”.
Señala que la forma de la exministra de asumir el proyecto “es ver cómo se surte la reforma, considerando que, de entrada, hay oposiciones desde lo técnico y desde las lógicas tradicionales del tejemaneje político en el Congreso. Ella no estaba preparada para adelantar y surtir resultados con eficiencia”.
Asimismo, otra de las salidas sorpresivas, por la confianza que le tenían los sectores económicos y porque muchos aseguraban que era el ‘apaga incendios’ del Gobierno, es la del ahora exministro de Hacienda José Antonio Ocampo.
“Es uno de los cambios más inesperados, dado que Ocampo se ha caracterizado por ser el que le daba credibilidad y soporte técnico a las decisiones económicas del Gobierno y generaba mucha tranquilidad en los mercados. Esa salida puede ser más traumática para el Ejecutivo que la de Carolina Corcho”, indica Charry.
Explica que Petro “pone de nuevo en esa importante cartera a una persona de confianza (Ricardo Bonilla), pero con la que además guarda una gran afinidad ideológica. Es probable que el cambio de Ocampo haya sido objeto de que su rigurosidad técnica haya impedido determinadas transformaciones y sincronicidades al interior del Gobierno en los tiempos que el presidente estaba esperando”.
A su vez, Benedetti conceptúa que la salida del exfuncionario se da porque “indistintamente de lo bien que le sirvió al Gobierno Petro, especialmente con el alineamiento y el trámite de la reforma tributaria en el segundo semestre del año pasado, es un ministro que, en términos de garantizar estabilidad macroeconómica y de atajar al Gobierno en toda su ambición de gasto social, puede lucir un poco incómodo frente a ciertas reformas”.
“Concretamente, en el caso de la reforma de la salud, que es el hito que desencadena todo este problema, ha habido varias advertencias de lo que costaría la implementación del proyecto en el corto plazo y son alertas no muy favorables a los intereses del Gobierno de sacar esto adelante lo antes posible”, agrega el analista político.
También, se refiere al cambio de jefatura del Departamento Administrativo de Presidencia, Dapre, que pasó a dirigir el cofundador del partido Alianza Verde Carlos González, en reemplazo de Mauricio Lizcano, quien se movió al Ministerio de las TIC.
“Lizcano es un hombre de confianza, se estaba mirando dónde ponerlo, y se va a una cartera que ha tenido mucha relevancia, pero desde la cual, dada su cercanía con el Mandatario, lo mantiene a su lado porque considera que puede llegar a ser de utilidad en las discusiones que se den en el gabinete”, dijo Charry.