Una reciente inspección de la Procuraduría General de la Nación a la Cancillería reveló serias deficiencias en el sistema de agendamiento de citas para pasaportes, incluyendo el uso de un software obsoleto con limitaciones significativas que impide a los ciudadanos acceder de manera eficiente a este servicio esencial.
La procuradora Claudia Hernández, segunda delegada para la vigilancia de la Función Pública, lideró una diligencia en la que se indagó sobre el funcionamiento del sistema y los problemas que enfrentan los usuarios al intentar obtener una cita.
Los funcionarios de la Cancillería informaron sobre la implementación de un nuevo sistema que busca optimizar el servicio, pero reconocieron las dificultades del actual. Hernández expresó su preocupación por la posibilidad de que el sistema obsoleto sea susceptible a la corrupción y facilite la proliferación de tramitadores.
“No podemos permitir que la corrupción se aproveche de las vulnerabilidades de un sistema público”, afirmó la Procuradora.
Por esta razón, exigió a la Cancillería que adopte medidas urgentes para modernizar el sistema y reforzar los controles de seguridad informática.
Entre las medidas exigidas por la Procuraduría se encuentran la actualización inmediata del software, la ampliación de la capacidad de atención al ciudadano y la implementación de mecanismos más eficientes para asignar las citas.
Además, se solicitó un cronograma detallado de las acciones que se llevarán a cabo para solucionar los problemas identificados.
La Procuraduría advirtió que la demanda de pasaportes supera ampliamente la oferta actual, con un promedio de 2.300 citas diarias. Esta situación, combinada con las deficiencias del sistema, genera largas filas, retrasos y frustración entre los ciudadanos.
Sobre esta situación, la procuradora Margarita Cabello ya había llamado la atención ante las largas filas y las dificultades para la expedición de pasaportes en algunas ciudades, sobre las cuales hay denuncias de un presunto cobro para agilizar de manera irregular una cita.
“Nosotros, al igual que el Canciller, estamos preocupados por el problema con el agendamiento de citas; iniciamos unas averiguaciones preventivas, estamos recogiendo información y, de acuerdo con las nuevas pruebas que vamos a practicar, que es ir a la Cancillería a vigilar el programa de agendamientos, tomaremos las decisiones para un posible traslado disciplinario”, anotó al respecto la Procuradora.
Con información de Colprensa*