El deterioro de su imagen, retrasos en el trámite de las reformas en el Congreso y choques con otros poderes del Estado son algunas de las consecuencias con las que deberá lidiar el presidente Petro, tras la investigación que inició el Consejo Nacional Electoral, CNE, en contra de la campaña que lo llevó a la Casa de Nariño.
Una opinión compartida por las fuentes consultadas es que el discurso del Mandatario hace que esas implicaciones vayan ‘in crescendo’, ya que el tono que ha tenido hasta el momento al asegurar que es inconstitucional que sea indagado por ese tribunal sigue generando controversias.
“Va a haber un desgaste generalizado en el Gobierno, que también afecta a los ministros. En el Congreso va a ser muy difícil tramitar la agenda legislativa del Ejecutivo y se va a debilitar la opinión pública, con tantas investigaciones e ires y venires. A la gente le va a parecer que el Jefe de Estado se está desgastando en peleas y que no ejecuta”, indica Carlos Charry, director del doctorado en Estudios Sociales de la Universidad del Rosario.
Para el politólogo Yann Basset, “es bastante común que las campañas de los presidentes se investiguen por el CNE. Entonces, que esté pasando ahora no es nada particularmente excepcional, pero lo que sí lo es, es la reacción del Mandatario y el hecho de que el tribunal electoral haya tratado de vincular a Petro personalmente en esta investigación, lo que ha desencadenado toda una controversia jurídica”.
De hecho, la Casa de Nariño ya llevó el caso a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, Cidh, alegando que la decisión del CNE de investigar la campaña presidencial de 2022 y formular cargos contra los responsables viola el voto popular que eligió a Gustavo Petro como mandatario.
Además, ha sostenido en reiteradas ocasiones que este es un intento de golpe de Estado y se ha ido en contra de los siete magistrados del CNE que votaron a favor de que se abriera el proceso: “Cinco politiqueros pagos no van a hundir la democracia en Colombia, llegó el tiempo de moverse, no hubiera querido que fuera así, lo advertí, pero no reaccionaron y no pensaron”.
“El Presidente podría intentar sacar réditos políticos, sobre todo si logra movilizar a su base con una narrativa de victimización. Su estrategia es apelar a que la investigación es parte de un ataque político de la oposición o de intereses ‘oscuros’, lo que genera un sentimiento de unidad y resistencia entre sus simpatizantes”, opina la politóloga Nury Gómez.
“Aunque no se ha probado ninguna irregularidad, esta investigación afecta el discurso anticorrupción que fue central en la campaña de Petro. Además de socavar la credibilidad del Gobierno, lo obliga a adoptar una postura defensiva que consume tiempo y recursos, desviando la atención de su agenda legislativa”, anota Germán González, consultor y analista político.
Y añade que, “por un lado, esta situación genera una percepción de desgaste y vulnerabilidad, afectando la confianza en su gestión. Pero, por otro, le sirve a Petro para cimentar su discurso del golpe blando y endurecer su base de electores”.
De acuerdo con él, Charry sostiene que “quizás la estrategia que implementa el Mandatario no sea tan efectiva en términos de imagen y reputación. Entonces, se podrán convocar muchas marchas, quizás no tan masivas como las anteriores, pero probablemente el efecto político de estas sea muy inmediato y no a mediano o largo plazo, de cara a las elecciones del 2026, que es en donde está intentando trazar el horizonte el Presidente”.
Lo cierto es que, pese a que los petristas siguen insistiendo en que el CNE no tiene facultades para realizar esa investigación y Fecode y la Central Unitaria de Trabajadores de Colombia ya respondieron positivamente a la convocatoria de manifestarse, analistas coinciden en que las calles ya no le responden a Petro como antes.
“Ya es una costumbre, en lo que va de su mandato, que llame a movilizarse. Vamos a ver qué tanto éxito va a tener en esto, pero es algo que se tiene que leer claramente en la perspectiva de la campaña electoral de 2026, que se avecina”, puntualiza Basset.
Sin embargo, González advierte que “al enmarcar la investigación como un ataque a su Gobierno y a la democracia, Petro podría fortalecer su narrativa y reforzar su base de apoyo, consolidando una imagen de resistencia ante lo que él considera un intento de desestabilización”.
E indica que “el problema de esta estrategia es que profundiza la polarización y erosiona las instituciones democráticas”.
Afecta la agenda legislativa
Las fuentes están de acuerdo con que la investigación contra el Jefe de Estado, sumada a su reacción, hará más complejo el trámite de las reformas del Gobierno en el Congreso, que ya venían teniendo dificultades para acelerar su paso por el Legislativo.
De igual forma, sostienen que afectará la aceptación del acuerdo nacional en el que trabaja el ministro del Interior, Juan Fernando Cristo.
Al respecto, la politóloga Gómez explica que “con un presidente bajo investigación, se puede debilitar su capacidad de influencia sobre el Congreso, especialmente si su propio partido o coalición no tiene mayoría absoluta. Los legisladores podrían distanciarse para no ser arrastrados por la controversia o algunas figuras tomarán vocería por el Mandatario y las banderas de su defensa, como estrategia para destacarse y sacar réditos en miras a las próximas elecciones”.
Asimismo, Charry agrega que “le va a quedar muy difícil sostener determinadas coaliciones para la aprobación de cada proyecto, porque, aunque la reforma laboral está caminando y le falta muy pocos artículos, la agenda legislativa va a seguir y cada vez le va a ser más difícil al Ejecutivo lograr consensos a favor de sus iniciativas”.
No obstante, el analista González no cree lo anunciado por el CNE vaya a generar un impacto significativo en contra de los proyectos del oficialismo.
“La misma semana en que se conoció la noticia sobre los cargos del CNE, se estaba aprobando parte de la reforma laboral en la Cámara. Una cosa son los discursos del Presidente en los que le habla a sus electores más duros y otra la negociación en el Congreso, donde Cristo hace esfuerzos por sacar adelante el acuerdo nacional”.
¿Fortalece a la oposición?
Tras conocerse la apertura de la investigación a la campaña del hoy Jefe de Estado, se ha visto que los partidos de oposición han mantenido un discurso unificado en el que cuestionan la legitimidad de la Casa de Nariño, haciendo creer a muchos sectores que habría un fortalecimiento de ese sector de cara al 2026.
“No creo que el asunto dure suficiente como para incidir en la estrategia de la oposición. Vamos a ver qué tanto dura este enfrentamiento, pero la oposición está bastante fragmentada y no estoy seguro de que esa tentativa de leer la campaña en términos del Gobierno contra la oposición en modo binario, realmente llegue a fortalecer la estrategia de sus opositores”, señala Yann Basset.
Para Gómez, “la investigación ofrece a la oposición una oportunidad única para alinearse. En momentos de crisis, la oposición puede capitalizar la caída de popularidad del Presidente, uniendo fuerzas bajo la narrativa de ‘recuperar la institucionalidad’ y ‘restaurar el orden democrático’. Este escenario ofrece un terreno fértil para que los opositores, actualmente divididos, construyan una coalición sólida”.
Además, los analistas consideran que si este sector político logra ponerse de acuerdo con un único candidato para el 2026, que demuestre ser una alternativa confiable y unificadora, puede ganar terreno en el electorado, que actualmente busca estabilidad en todos los aspectos para el país.