A pesar de que la Cancillería ha insistido en que no habrá traumatismo en la expedición de pasaportes, lo cierto es que el próximo 2 de octubre se termina el contrato vigente con Thomas Greg & Sons y aún no se sabe qué sucederá a partir de esa fecha con la expedición del documento que identifica a los colombianos en el exterior.
Como es conocido, durante la última década esa responsabilidad había sido para la empresa mencionada, por medio de millonarios contratos, y casi que vuelve a quedarse con ellos por más tiempo, de no ser porque el entonces canciller Álvaro Leyva decidió frenar la licitación, generando todo un escándalo en el sector y significándole una investigación disciplinaria y una demanda de la empresa contra el Estado por 117.000 millones de pesos, además de la pérdida de su cargo.
Ahora, la Cancillería no ha sabido cómo responder sobre lo que pasará con esta inmediata necesidad, aunque el ministro de Relaciones Exteriores, Luis Gilberto Murillo, dijo que en septiembre de 2025 el contrato quedará en manos de la Imprenta Nacional, sin especificar qué sucederá con la expedición desde el 3 de octubre hasta ese fecha.
“Diseñamos un proceso muy claro, desde el día uno, con fases que se han venido cumpliendo. Nunca han estado en riesgo de ninguna manera los procesos de producción y entrega de los pasaportes. Nosotros diseñamos un plan con tres fases, la primera se cumple ahora el 2 de octubre. El 3 de octubre iniciamos la segunda fase. Esta primera fase implicaba que se siguiera con la producción de los pasaportes, procesamiento de los pasaportes a través de un contrato que se suscribió con la firma Thomas Greg”.
El Canciller además sostuvo que la segunda fase es “un híbrido donde de los nueve procesos hacemos una alianza con un gobierno extranjero que tenga la capacidad de acompañar al país, a la Cancillería, a Migración Colombia, a la Imprenta Nacional, en el fortalecimiento para tener toda la producción de los pasaportes”.
Sin embargo, personas cercanas al proceso también desconocen lo que sucederá con la segunda fase de la que habla el Canciller, aunque se han conocido algunas hipótesis.
La revista Semana reveló cuál es el panorama de la situación y qué es lo que otros países están ofreciendo para este proceso: “En el caso de Alemania, detrás está la empresa Bundesdruckerei, que es la Imprenta Federal de ese país, que en 2014 firmó un acuerdo de fusión con G+D, un privado, que derivó en Veridos GmbH, una compañía sobre la cual tiene el 51% de las acciones. Esta revista conoció que personas cercanas al Gobierno Petro ya estarían adelantando conversaciones para que quede en manos de los alemanes”.
Una de las opciones mencionadas por el mismo Murillo es Canadá, aunque allá no hay una imprenta estatal, sino que se apoya en Canadian Bank Note, una compañía privada.
También está en consideración Países Bajos, donde tampoco hay imprenta estatal, sino que los pasaportes los realizaría la empresa francesa Idemia que tiene sede en Colombia.
Y una cuarta opción es la alianza entre Portugal y Francia, países que sí tienen imprentas estatales y ofrecerían respaldo en seguridad y tecnología por la experiencia, como es el caso de Portugal, que su imprenta ha asesorado e impreso documentos diplomáticos a otros países y empresas a nivel mundial.