Mientras el Gobierno Nacional no ha radicado todavía su segundo intento de reforma a la salud, en el Congreso de la República ya reposan tres iniciativas de igual número de partidos políticos que proponen soluciones para la crisis que actualmente enfrenta la prestación de ese servicio en Colombia.
Las mismas fueron radicadas por Cambio Radical, Centro Democrático, y congresistas independientes junto con Acuerdos Fundamentales, organización que reúne a 21 gremios de la salud, respectivamente.
Y aunque el ministro del Interior, Juan Fernando Cristo, ha asegurado que el Ejecutivo buscará una concertación antes de impulsar su proyecto de ley, está claro que, como ocurrió con la iniciativa que se radicó el año pasado, el papel de las Empresas Promotoras de Salud, EPS, y el valor de la Unidad de Pago por Capitación, UPC, serán los mayores puntos de discusión dentro y fuera del Legislativo.
¿Qué hacer con las EPS?
El declive financiero de las EPS ha mostrado la magnitud de la crisis del sistema de salud en el país y los hallazgos de la Superintendencia del sector y de la Contraloría General han evidenciado presuntas irregularidades, por lo que algunos quieren eliminarlas.
Sin embargo, la apuesta del Centro Democrático se aparta de esa idea. “Los colombianos tenemos derecho a escoger estar en una EPS pública, mixta o privada. Nuestro sistema de salud es susceptible de muchas mejoras, pero es un buen sistema”, afirmó en su cuenta en la red social X la senadora Paloma Valencia, quien lidera el proyecto.
De hecho, en este se plantea que, en el caso de las EPS que se encuentren bajo vigilancia por no cumplir la habilitación financiera, se puede aplicar el giro directo de recursos a las Instituciones Prestadoras de Servicios, IPS.
De su lado, el senador Carlos Fernando Motoa anunció que la iniciativa de Cambio Radical busca modificar el tema de la cobertura, porque “el acceso a los servicios de salud en las zonas dispersas o marginadas no se está dando”, así que su propuesta “elimina unas barreras administrativas que impiden” que los habitantes de esas regiones sí puedan ser atendidas.
A diferencia de esos proyectos, el de Acuerdos Fundamentales sí plantea que las EPS pierdan su rol como intermediarias, pero “asumen la gestión del riesgo en la prestación del servicio y el riesgo administrativo, para lo cual deben transformarse en empresas gestoras de salud”.
Sin embargo, “no vemos recomendable dejar de lado la experiencia y el conocimiento del sistema que tienen estas entidades y debemos, de alguna manera, aprovecharlo, quitándoles las competencias del riesgo financiero y la intermediación que tiene en el actual sistema”, aseguró Agamenón Quintero, presidente de la Asociación Colombiana de Sociedades Científicas, integrante de Acuerdos Fundamentales.
Unidad de Pago por Capitación
Las tres propuestas presentan una variación en la UPC, en algunos casos añadiendo condiciones para su cálculo y, en otros, creando un sistema diferencial según el estado del paciente o el territorio.
No obstante, para Ana María Soleibe, presidenta de la Federación Médica Colombiana, la discusión sobre la UPC ha sido utilizada para desviar los problemas principales del sistema.
“La UPC es suficiente, porque si están dando dinero para invertirlo en otras cosas, si tenemos campañas políticas financiadas con dinero de la salud, significa que hay suficiencia de la UPC, pero, además, esa UPC se calcula con la información que las EPS pasan, y tiene unos factores de corrección de acuerdo a la necesidad”, señaló.
En opinión de Soleibe, “lo que no mencionan los que defienden las EPS es el desfalco; se transgrede la legalidad y se incumplen las regulaciones; no hay manera de corregir las iniquidades del país si seguimos el mismo modelo, y esto no es político, estamos hablando de la vida. Yo tengo pacientes a los que las EPS, por asuntos de presión, no les están haciendo los tratamientos”.
Así las cosas, queda claro que, una vez el Gobierno Nacional radique la iniciativa que dice estar comenzando a concertar con las bancadas de oposición, habrá mucha discusión alrededor del tema, sin que haya certeza de que vaya a haber humo blanco sobre una reforma a la salud en el país.