Por Olga Lucía Criollo, Editora Política
“Siempre valdrá la pena intentar un diálogo que se cristalice en un proceso de paz en un país convulsionado y con las tasas más altas del mundo en homicidios, pero estos no se pueden convertir en una patente para abrirle la puerta del diálogo a estructuras criminales que tienen como fin el narcotráfico, o con estructuras como la liderada por alias Mordisco, quien traicionó un Acuerdo de Paz que se consolidó en una reforma constitucional”.
Así argumenta el analista Laureano Tirado que el Gobierno Nacional no debería volver a la mesa de negociaciones con el autollamado Estado Mayor Central, EMC, luego de que el presidente Gustavo Petro suspendiera unilateralmente el cese el fuego con esas disidencias de las Farc, señaladas de asesinar a la lideresa indígena Carmelina Yule Paví, en Cauca, Nariño y el Valle de Cauca.
“Ha quedado probado, en varias oportunidades y con hechos dolorosos, que utilizan los diálogos para fortalecer sus estructuras de terror y muerte y sus finanzas. Contra ellos, todo el peso militar del Estado”, afirma Tirado.
En su sentido similar, el exsenador opositor Alfredo Rangel sostiene que “los diálogos con ‘Iván Mordisco’ nacieron muertos. ‘Mordisco’ nunca cumplió y nunca iba a cumplir el cese al fuego, lo estaba aprovechando, como lo están haciendo todos los grupos irregulares, para fortalecerse, enriquecerse, reclutar más adeptos, armarse, expandirse territorialmente y ahondar su relación con el narcotráfico”.
E insiste: “Esos diálogos no tienen ningún futuro, así que el rompimiento sería algo natural. Mientras el Gobierno no debilite primero esos grupos que viven del narcotráfico y no luche de manera denodada para disminuir el tamaño del narcotráfico, que se está expandiendo, ellos no van a tener ningún incentivo para abandonar la violencia”.
Según Rangel, “el gobierno de Petro lo que les ha ofrecido son unas condiciones inmejorables para seguir traficando, fortaleciéndose e incrementando su actividad criminal”.
Por el contrario, el promotor de paz Carlos Velandia sí está de acuerdo con que se sigan con las negociaciones con el EMC, “pero con mano fuerte del Gobierno. La generosidad del presidente Petro no puede ser entendida como claudicación del Estado de Derecho”.
“El Presidente va a insistir al máximo en los escenarios de diálogo, pero tampoco va a permitir que, aprovechándose de la generosidad del Gobierno, algún actor trate de sacar provecho con actividades criminales y mucho menos que, en medio de las conversaciones, agreda a las comunidades”.
En opinión de Velandia, “la Paz Total es la principal política pública del gobierno del presidente Petro, por lo cual él ha hecho todo lo posible, en el marco de la ley, para avanzar en los diálogos con los distintos actores del conflicto armado y la criminalidad en Colombia, con el fin de cerrar el conflicto armado y generar una situación de control sobre los fenómenos de violencia criminal y organizada”.
Y plantea que “la suspensión del cese de fuego con esas disidencias es “acertada y necesaria, porque el Gobierno tiene que proteger a las comunidades que están siendo tiroteadas de manera inerme por esos guerrilleros”. “Es una notificación para los demás actores del conflicto, organizaciones armadas que también están en diálogos de que, si actúan de manera similar, el Gobierno se verá obligado a actuar de esa manera”, afirma.
“De modo que no cabe duda de que el Presidente responderá con autoridad y saldrá en defensa de la sociedad, en el marco de la Constitución”, precisa el promotor de paz.