Cuando no logró llegar a la Presidencia en 2018, aseguró que no volvería a aspirar a ese cargo. Sin embargo, el exgobernador de Antioquia Sergio Fajardo volvió al ruedo en busca de abrirse un espacio entre los extremos. Ahora, se dice convencido de que Colombia está lista para un gobierno alternativo.
“Se van a terminar 20 años de lo que ha sido este siglo en la política, que ha girado alrededor de la figura de Álvaro Uribe y sus seguidores. Vamos a hacer otro capítulo”, enfatiza el líder del Movimiento Compromiso Ciudadano.
Y quiere ser él quien lidere la convergencia que logrará lo que el llama el ‘cambio de página’.
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Finalmente decidió que sí le va a apostar de nuevo a la Presidencia, ¿por qué cree que es el mandatario que necesita Colombia después de la pandemia, con todos los retos que esto implicará?
Por primera vez en la historia de nuestro país, en el 2022 va a ganar una convergencia política alternativa, por fuera de lo que hacía la estructura tradicional de la política. Al mismo tiempo, se van a terminar 20 años de lo que ha sido este siglo en la política, que ha girado alrededor de la figura de Álvaro Uribe y sus seguidores. Vamos a hacer otro capítulo.
Colombia ya está preparada para un gobierno alternativo y nosotros estamos preparados para ser parte de esa convergencia.
Tenemos la experiencia, el recorrido, la formación en el sentido de gobernar, pero al mismo tiempo el liderazgo para poder conducir una sociedad con todas estas contradicciones y tensiones; un liderazgo que le apuesta a recuperar la confianza de la ciudadanía, a darle sentido a las palabras respeto, reconocimiento, solidaridad, empatía, dignidad, sacar lo mejor de la gente. Es una propuesta diferente y yo aspiro a ser la persona que la conduce.
¿Qué errores no volverá a cometer esta vez para ganar la Presidencia?
Es una reflexión muy grande que hay qué hacer. Sin duda tenemos muchas cosas que aprender sobre lo que ocurrió en el 2018. Nosotros hicimos lo que se denomina la remontada: después de las elecciones al Congreso estaba cerca de 17 puntos en algunas encuestas con respecto a Petro y terminé a un punto y medio de él. Hay que reflexionar sobre cómo lo hicimos, qué pasó antes, cómo se construye la convergencia, todo ese tipo de cosas hacen parte de lecciones que tendremos que incorporar.
Pero todavía falta mucho, personalmente creo que este no es el momento para discutir acerca de las candidaturas presidenciales, hay muchos otros asuntos urgentes.
Por ahora, mantener la calma y el espíritu en paz, no dejarse provocar, es un camino que requiere mucha templanza y mucha serenidad.
Ha dejado claro que no le gustan las etiquetas y que no le importa que lo tilden de tibio, pero a usted todo el tiempo lo cambian de orilla, ¿qué le dice a las personas que necesitan una definición más clara?
No hay necesidad de ninguna definición. Nosotros hemos construido un camino, hemos demostrado cómo se hace la política, cómo se gobierna. Yo nunca he pertenecido a ningún grupo político, somos el espíritu de la independencia desde el primer día que arrancamos en Medellín hace 20 años y medio con 0 % en las encuestas.
Hemos avanzado y hemos construido por fuera de la estructura política tradicional. Yo nunca me voy a hacer notar por agredir o maltratar a alguien, porque va en contravía de la Colombia que queremos construir, de lo que yo represento.
Todas las veces me he enfrentado, en términos políticos, a los candidatos del expresidente Uribe. Es relativamente sencillo de entender, pero eso hace parte de la gente que solo entiende la política como construirse un enemigo para poder darle sentido a su propuesta. Nosotros no tenemos que tener enemigos para darle valor a lo que somos.
Hace unos días Gustavo Bolívar, refiriéndose a usted, dijo que “un tibio puede ganar, pero es incapaz de generar cambios”, ¿qué opina?
No tengo que decirle nada a Gustavo Bolívar, ellos tienen su alternativa política, nosotros defenderemos la nuestra en el contexto de la discusión democrática. Ahora, ya hemos demostrado cómo se gobierna y los resultados hablan por sí solos.
Hay una discusión acerca de lo que pensamos en cuanto a cómo queremos construir la sociedad, una discusión que es legítima y necesaria dentro del contexto de una democracia; otra es la polarización en la que quieren dividir el mundo en dos, está conmigo o en contra mía, esa es la polarización que le hace daño al país, que se convierte en odio, empieza por el lenguaje, por el maltrato, las mentiras, la manipulación, esa es la política del todo vale y eso es lo que nosotros no queremos.
¿Cree que este país estaría mejor sin Petro y sin Uribe en la política?
Yo soy un demócrata, cada quien tiene derecho a participar, yo lo único que pido dentro de ese marco de la participación es una política que rompa con la confrontación en el nivel que se quiere llevar.
Pero, repito, con toda la seriedad y el respeto, creo que aquí se termina el capítulo de la política bajo la condición del expresidente Álvaro Uribe. Tuvieron su oportunidad y ya es suficiente, es hora de cambiarle el rumbo a nuestra sociedad colombiana.
¿Qué opina de la forma en que el presidente Iván Duque está afrontando la pandemia?
Ha sido un Gobierno muy flojo en la conducción de la pandemia. Hay que empezar reconociendo que es una situación muy difícil para él, como para todas las personas que están gobernando en todo el territorio, pero el punto fundamental tiene que ver con que la ayuda a los sectores más vulnerables ha sido muy limitada, muy tímida. Asimismo, en el fortalecimiento de las micro, pequeñas y medianas empresas, los recursos han sido insuficientes.
Se anuncian unas medidas desde un escritorio en Bogotá, todos los días a las 6 de la tarde, pero hay una distancia gigantesca que caracteriza a ese Gobierno de no entender la configuración del territorio, de las necesidades en cada uno de los lugares, una desarticulación con alcaldes y gobernadores, esa idea de que el Presidente dicta una medida y después dice a los alcaldes “vean a ver cómo la implementan” es para mí una demostración de falta de liderazgo para conducir una sociedad, donde tienen que estar articulados todos los sectores.
Propuesta
Tenemos que hacer un esfuerzo extraordinario para que ningún estudiante se retire de la educación superior. Lo primero que propongo es cero pesos en matrícula para estudiantes de universidades públicas de estratos 1, 2, 3 y 4. Eso se puede hacer. En segundo lugar con subsidio para estudiantes de educación superior.
Es un programa que beneficiará a 1.500.000 estudiantes.