El debate, en el que los candidatos buscaban ganarse el voto de los ciudadanos bogotanos, abordó diversos temas, entre ellos el polémico proyecto para la carrera Séptima.
Actualmente, este proyecto contempla tres tramos que suman un total de 22 kilómetros: el primero va desde la calle 24 hasta la calle 76, el segundo abarca la calle 76 hasta la 99 y el tercero se extiende desde la calle 99 hasta la 200, incluyendo el Patio Portal.
En las elecciones de 2019, Claudia López prometió a los votantes que no llevaría a cabo esta obra ni la troncal del Transmilenio en la carrera 68, argumentando que priorizaría más líneas de metro en su lugar. Sin embargo, la troncal de la carrera 68 ya está en construcción y López justificó su continuación debido a que la administración anterior de Enrique Peñalosa había dejado el proyecto avanzado.
Mientras tanto, la licitación para la troncal de la Séptima está en marcha. Precisamente, este tema fue objeto de una de las preguntas del debate, que planteaba si los candidatos firmarían una petición para que la alcaldesa se abstuviera de adjudicar la licitación del proyecto del corredor verde de la Séptima.
Los candidatos respondieron con paletas en mano, mostrando un sí o un no. Gustavo Bolívar, Carlos Fernando Galán, Rodrigo Lara y Diego Molano optaron por el sí, mientras que Juan Daniel Oviedo fue el único en mostrar el lado rojo de su paleta, indicando su rechazo.
Oviedo explicó que no firmaría la carta debido a que, como alcalde hasta finales de 2027, tiene la discreción contractual para tomar decisiones hasta su último día en el cargo, al igual que Claudia López.
Además, argumentó que el proyecto no debería detenerse, ya que es competencia de la administración Distrital, y afirmó que en menos de tres meses se podría modificar el diseño para mejorar la movilidad vehicular en el lado occidental.
El resto de los aspirantes explicaron por qué apoyan la detención del proyecto. Gustavo Bolívar fue especialmente crítico con la alcaldía actual:
“Ese proyecto presenta tres problemas significativos: uno, financiero, ya que la capacidad de pasajeros podría llevarlo a la quiebra en poco tiempo. Segundo, impacto ambiental; incluso los buses eléctricos generan contaminación desde la fabricación de baterías hasta su disposición final, además de la contaminación causada por las llantas. Tercero, un problema urbanístico grave. La alcaldesa Claudia López, quien engañó a la ciudad durante su campaña, y por quien muchos votaron creyendo en su promesa de no tener Transmilenio en la Séptima, debería demostrar al menos un poco de dignidad y no adjudicar este proyecto, dejando al próximo alcalde la decisión”.
Los demás candidatos también expresaron sus puntos de vista:
- Carlos Fernando Galán: “Considero que el proyecto tiene problemas. Sin duda, necesitamos abordar la problemática en el norte de Bogotá para conectarlo con el centro, pero el proyecto plantea un dilema al eliminar el modo mixto en una zona. Debemos abordar este problema y no estoy de acuerdo con cómo se presenta actualmente el proyecto”.
- Diego Molano: “Sí, firmaría, ya que este proyecto es un despropósito urbanístico. Los 2,5 billones de pesos serían más útiles para financiar el metro subterráneo que llegará a Suba y Engativá, zonas que realmente necesitan mejor movilidad”.
- Rodrigo Lara: “Ya he detenido el primer Transmilenio de Enrique Peñalosa mediante una acción popular que presenté. Pero aquí la verdadera cuestión es, si usted se convierte en alcalde y encuentra este proyecto adjudicado, ¿qué hará? Puedo firmar y presentar todas las acciones populares, pero me comprometo a que, si la señora Claudia López adjudica esta obra, la detendré con todos los medios a mi alcance. Ese es el desafío real”.