Centro Esperanza
“Casi se nos cae la esperanza, pero nos reunimos, la recompusimos y acá estamos, listos para arrancar campaña. Les pedimos disculpas por el reguero. Vamos para adelante, a cambiar a Colombia votando el 13 de marzo por la Coalición Centro Esperanza”.
Este fue el mensaje que escribió el jueves Sergio Fajardo, precandidato presidencial de la alianza de centro en su Twitter, acompañando un video en el que aparece junto a los otros cuatro aspirantes: Alejandro Gaviria, Jorge Enrique Robledo, Carlos Amaya y Juan Manuel Galán, y a Juan Fernando Cristo, quien acaba de retirarse de la contienda, para hablar sobre los días difíciles que ha tenido ese colectivo político.
“Yo creo que en el fondo desde la Coalición Centro Esperanza estamos reivindicando ese derecho fundamental a ‘cagarla’, pero vamos pa’lante”, expresó Gaviria en el mismo video.
En la coalición generó malestar el ultimátum lanzado por Betancourt. “Casi se nos desbarata la esperanza”: Fajardo.
Efectivamente, los analistas aseguran que el choque público entre Íngrid Betancour y el exministro de Salud y la posterior renuncia a la alianza de la ahora candidata por Verde Oxígeno, debilitó la imagen de la alianza del centro.
“Más allá del propósito loable que tuvieron de querer hacer algo juntos, de tender una oportunidad política fuera de los extremos, cada uno de los candidatos tiene agenda propia”, que dista entre sí, señala como otra debilidad el estratega político Álvaro Benedetti.
Por otro lado, el politólogo Santiago Londoño asegura que “de las coaliciones, es la que veo más grave. Está liderando Sergio Fajardo, pero tiene un desgaste natural por todas las veces que ha sido candidato”.
Pese a ese desgaste, las apuestas de muchos están en que sea el exgobernador de Antioquia el candidato oficial de la Centro Esperanza para los comicios presidenciales.
Eso sí, es Gaviria quien aún tiene posibilidad de ascenso, todavía más por el “episodio con Íngrid, que le favoreció para potenciar su imagen con ese halo de rebeldía que lo aleja de la tibieza tradicional del centro”, apunta Benedetti.
En resumen, a esta coalición le ha faltado fuerza, desaprovechando que en las elecciones presidenciales de 2018 el centro logró ser el tercer espectro político con mayor votación en el país, explica Londoño.
“Creo que por tanto debate interno se ha perdido esa fuerza y con tanto candidato, en general, los votantes están perdidos. No se sabe realmente quiénes son los candidatos con medianamente opción”, expresa el politólogo.
Equipo por Colombia
Si algo tienen en común los integrantes del Equipo por Colombia es que son figuras reconocidas y con gran poder a nivel regional, pero no nacionalmente, lo que complica el recaudo de votos.
“Alejandro Char tiene un poder muy fuerte en la costa, pero no en el resto del país. Dilian Francisca Toro, que ya se bajó del bus, pero apoya a Enrique Peñalosa, tiene un poder regional en el Pacífico, y Federico Gutiérrez aparentemente tiene una buena cuota en Antioquia, enarbolando las banderas del uribismo”, explica el estratega político Álvaro Benedetti.
Frente a esta alianza de centro derecha se puede decir que no hay un precandidato que destaque notablemente sobre el resto, aseguran algunos analistas.
Pese al retiro de su candidatura, Dilian Francisca Toro sigue impulsando la al Equipo por Colombia.
En cuanto al excalde Barranquilla, pese a haber reunido 2,5 millones de firmas para avalar su candidatura ante la Registraduría Nacional en tan solo un mes, se ha mostrado poco en los debates, tal vez como una estrategia para no desgastarse.
Sin embargo, ahora Char deberá enfrentar el escándalo originado por las acusaciones hechas en su contra por la exsenadora Aída Merlano ante las autoridades y divulgadas por la Revista Semana.
En ellas la excongresista, quien habría tenido una relación cercana con él, asegura que el barranquillero le entregó $500 millones para su campaña.
Respecto a los otros precandidatos de esta apuesta política Benedetti asevera que Aydeé Lizarazo no es una opción real y que a Peñalosa le falta carisma para conectarse con el electorado.
Ahora bien, aunque Equipo por Colombia resultó ser una coalición sólida, la especialista en ciencia política Patricia Inés Muñoz advierte que el fallido ingreso del candidato del Centro Democrático, Óscar Iván Zuluaga, demostró ciertas fisuras a su interior.
Como se recordará, solo David Barguil y Federico Gutiérrez se pronunciaron públicamente en favor de la adhesión del aspirante uribista a esa alianza, mientras que Char y la entonces precandidata Toro expresaron su temor por tratarse de alguien que puede representar la derecha extrema del país.
“Han dado muestras de unidad para resolver las tensiones internas, aunque no estuvieron atentos al fallido ingreso de Zuluaga. Aquí las dificultades han sido menos notorias porque las han resuelto internamente por los diferentes intereses particulares que se juegan en su interior, por la posición que cada uno ostenta”, expresa al respecto la analista.
Pacto Histórico
Lo que podría ser una fortaleza del Pacto Histórico, puede ser también una de sus mayores debilidades. De acuerdo con las encuestas, Gustavo Petro tiene una ventaja demasiado amplia frente a sus contrincantes de la coalición: Camilo Romero, Francia Márquez, Alfredo Saade y Arelis Uriana.
De acuerdo con el estratega político Álvaro Benedetti, “la victoria de Petro está cantada hace mucho tiempo. Además ha hecho campaña prácticamente desde que fue derrotado en la segunda vuelta presidencial de 2018, tanto por su rol como senador, como por líder de la izquierda”.
De esta manera, el objetivo de realizar la consulta popular el próximo 13 de marzo entre los cinco candidatos es el de elegir la fórmula vicepresidencial del líder de la Colombia Humana, asegura el estratega.
Sin embargo, la analista en ciencia política Patricia Inés Muñoz destaca la inclusión de la lista: “No solo está allí Petro, hay dos mujeres representando la población afrocolombiana y la indígena, un pastor cristiano y un exgobernador. Representa la búsqueda de una coalición amplia que permitiera el ingreso de personas de diferentes sectores”.
En suma, hay otro hecho que sale a relucir en el Pacto Histórico: “Muchos de los políticos tradicionales se les están adhiriendo, se acabó la lógica de Petro de irse en contra de todo el mundo, ahora está intentando atraerlos hacia su arena política para que le sumen”, señala el politólogo Santiago Londoño.
Así las cosas, después de Petro los integrantes más fuertes en la alianza de izquierda, entre quienes estaría su fórmula vicepresidencial, son la líder social nortecaucana Francia Márquez y el exgobernador de Nariño Camilo Romero.
Analistas aseguran que se podrían dar nuevas alianzas entre los candidatos después del 13 de marzo, cuando se efectuarán las consultas interpartidistas.
Solos
Son varios los precandidatos presidenciales que por diversos motivos no lograron o no quisieron aliarse con alguna de las coaliciones políticas que irán a consulta este 13 de marzo.
Óscar Iván Zuluaga, candidato del Centro Democrático, aunque tocó la puerta de Equipo por Colombia, terminó desistiendo de la idea tras haberse sentido “maltratado” por algunos de sus integrantes.
Así también se encuentra el ingeniero Rodolfo Hernández, quien ha sido enfático en decir que su única coalición es con Colombia.
La precandidata Íngrid Betancourt, que en un principio era parte de la Coalición Centro Esperanza y alcanzó a otorgar y prometer el aval de Verde Oxígeno a varios de sus miembros, terminó por dar un paso al costado en esa alianza y se presentará sola a las elecciones.
Este breve paso por la Centro Esperanza también lo dio el exministro de Ambiente Luis Gilberto Murillo, quien apenas duró dos días en la unión.
Al Pacto Histórico casi llega el exalcalde de Medellín Luis Pérez, sin embargo, el hecho no pasó de acercamientos.
Otros aspirantes a la Casa de Nariño son Enrique Gómez, del Movimiento de Salvación Nacional, y John Milton Rodríguez, del partido Colombia Justa Libres, de quien se rumoraba que estaba en conversaciones con Zuluaga, pero al final no se concretó alianza alguna con él ni con otros de los sectores de derecha.