“Les solicitamos aprueben las reformas que el pueblo votó en las urnas”. “Si se atreven a violar el mandato popular, el pueblo saldrá de cada rincón del país”. “Nos sacaron unas encuestas mentirosas”. “Quieren destruir el apoyo popular del Gobierno para tener un Ejecutivo solo”. “Pueden llevar a seres humanos al borde del suicidio, como está aconteciendo”. “Hemos visto una prensa que odia a la Vicepresidenta por su color de piel”.

Esas son algunas de las frases pronunciadas por el presidente Gustavo Petro en su discurso del pasado miércoles que han generado temor en varios sectores de colombianos que las han calificado de incendiarias, polarizadas y provocadoras.

Bogotá. Junio 7 2023. Cientos de personas participaron de una marcha convocada a favor del gobierno de Gustavo Petro y de las reformas que se están presentando(Colprensa - John Paz) | Foto: COLPRENSA ©

Ese profundo deseo de estar constantemente generando odio de clases, odio entre el empleador y el trabajador, odio entre el blanco y el negro, odio entre el indio y el citadino, es una de las cosas más peligrosas que tenemos que enfrentar en la realidad de nuestra institucionalidad”, dice una fuente que pidió no ser identificada.

Y añade: “A Petro, el Fiscal no le sirve, sus aliados se van. Las dudas que se ciernen sobre él lo llevan a generar discursos más beligerantes o hechos noticiosos y contundentes para tratar de desvirtuar todas las nubes oscuras que se están posando sobre su cabeza por las malas actuaciones políticas y por lo que, sin duda, puso en entredicho la legitimidad de su Administración”.

De hecho, algunos de los que fueron sus aliados en un momento también se han pronunciado en contra de esa reiterativa división: “El Presidente fue explícito sobre la importancia de un gobierno que representara diferentes voces. Todos temíamos que ese equilibrio era precario, pero ahora, con el nuevo discurso, eso cambió totalmente, ya plantea una retórica que es polarizante”, dijo a propósito del tema el exministro Alejandro Gaviria.

Y el director del Doctorado en Estudios Sociales de la Universidad del Rosario, Carlos Charry, comenta que “hay elementos que generan mucha inconsistencia sobre lo que está ocurriendo al interior del Ejecutivo. Uno se pregunta ¿cuál es el sentido de amenazar a sus ministros con que si no hacen lo que el programa de Gobierno dice, entonces se van? Suena más a una advertencia de que si no hacen lo que él dice, pues se van”.

De ser así, no sería la primera vez que el Jefe de Estado le pide la renuncia a sus funcionarios al ver que los proyectos que impulsa no le marchan, porque en diez meses que lleva en el poder, ya van dos ‘remezones’ en el gabinete y varias salidas en viceministerios y otras entidades adscritas a las carteras principales.

“Eso habla de que no hay un liderazgo, sino una jerarquía bastante poco horizontal en la manera cómo se toman decisiones al interior del Gobierno, y eso genera muchas fricciones, porque los ministros son personas expertas que están ahí para aconsejar y se pueden llegar a sentir desplazadas o invalidadas por una preponderancia de la figura del Presidente”, dice Charry.

Discurso del Presidente Gustavo Petro en la Carrera Séptima | Foto: Esteban Vega La-Rotta / Publicaciones Semana

De su lado, la politóloga Nury Gómez advierte los posibles riesgos de la radicalización de Gustavo Petro: “Baja mucho la credibilidad y a su vez la favorabilidad del Jefe de Estado y su Gobierno; segundo, demuestra una incapacidad de operación; tercero, genera una avalancha de denuncias y procesos jurídicos que envuelven a una Administración por estarse defendiendo permanentemente”.

Para ella, que el Mandatario siga endureciendo el tono en sus discursos también dificulta su gobernabilidad, porque “si se tienen enemigos, pero no son únicos, se tiene una dificultad gigante sobre lo que pueda pasar. Es decir, el tener un solo enemigo es mucho más fácil de atacar, pero cuando este se cambia cada semana, no hay forma de que la culpa sea de todos los demás y solo el Gobierno esté bien”.

La convocatoria a las calles

Los expertos consultados reiteran su preocupación por el frecuente uso de ese ‘as bajo la manga’ de Petro de convocar a los colombianos para que se manifiesten en las calles en apoyo a sus iniciativas.

“Parece particularmente arriesgado que el Mandatario, que encarna la Nación y que dirige el Gobierno, convoque al pueblo a levantarse en contra de lo que sustancialmente representa. Es un juego peligroso que se puede salir del camino rápidamente y causar profundos destrozos”, dice el analista político de la Universidad Central Jorge Yarce.

“El Presidente tiene como principal función encarnar la Nación, y la Nación no es otra cosa que el pueblo, esa unidad que se ve quebrantada cuando el dirigente busca generar divisiones. Convocar levantamientos populares va en contra de la idea fundamental de la unidad de la Nación”, agrega.

A su vez, Carlos Charry considera que “se ve a un Jefe de Estado que, más que amenazante, se siente amenazado, siente que sus reformas corren peligro, porque no hay un clima político en el Congreso para que las mismas sean aprobadas y de ahí es que reclama la movilización popular como un mecanismo de presión al Legislativo”.

Sin embargo, destaca, “la respuesta de los congresistas ha sido parar, así fuese de forma momentánea”.

Además, para el asesor político Miguel Jaramillo, pese a los constantes llamados a la calle del Mandatario, se ha demostrado que los colombianos “no le están respondiendo a la izquierda en esta situación”.

Indica que “como lo evaluaban algunos congresistas, la cifra de las personas que habrían salido a marchar puede estar ascendiendo más o menos a las 20.000, que no es ni siquiera el punto ocho de la votación que se tuvo en el momento de las elecciones”.

Presidente Gustavo Petro | Foto: Esteban Vega La-Rotta

Los ataques a la prensa

“Son sumamente graves las aseveraciones y provocaciones contra los medios de comunicación. Incluso, algunos de ellos, que son afectos al Ejecutivo, fueron atacados durante varias de esas manifestaciones. Ver a la prensa como enemiga, lamentablemente es el principio de los gobiernos autoritarios, de los totalitarismos, y eso es un riesgo para la democracia”, analiza Jaramillo.

De acuerdo con lo anterior, Charry comenta que “si bien hay medios de comunicación que hacen oposición, lo cual es normal, pero, aunque no se esté de acuerdo, si hay algo que se debe respetar en una democracia, es el derecho a la libre expresión. Además, también existe el derecho de reclamar de la prensa una gestión y un trabajo mucho más profesional”.

Y continúa: “El problema del Presidente es que habla como si todos los medios fueran lo mismo, y esa falta de matiz es una falta a la verdad que genera consecuencias políticas demasiado graves, porque los sectores más radicales del petrismo sí están atacando a los reporteros, y esa dinámica puede ir creciendo a un punto en que se haga inviable el ejercicio de información y comunicación en Colombia”.

Para el analista Jorge Yarce, “se debe tener un profundo respeto por los medios. Eso no significa estar de acuerdo, es válido no estarlo, pero representa una defensa de los caminos institucionales para que, precisamente, se hagan valer los derechos cuando los mismos han sido vulnerados”.