La reforma a la Educación ya superó dos trámites de forma silenciosa en la Cámara de Representantes. No obstante, los dos últimos deben surtirse en el Senado y ya se han socializado algunos puntos que generan preocupación.
Una de las principales preocupaciones es el artículo 5, en donde se establece que la comunidad estudiantil y los estudiantes en general puedan participar en la decisión sobre el gobierno interno.
“El gobierno y la gestión de la educación deberán ser democráticos, participativos, pluralistas y directos acordes con la regulación aplicable. Los establecimientos educativos e instituciones de educación superior garantizarán la participación real y efectiva de los sujetos integrantes de la comunidad educativa para la toma de decisiones”, expone el literal S.
Asimismo, el artículo 12 estipula que el Estado tendría participación directa en las direcciones de las instituciones educativas de educación superior.
“Promover, apoyar y garantizar la participación en la dirección y funcionamiento de los establecimientos educativos e instituciones de educación superior de manera democrática, participativa, pluralista y directa; se prohíbe cualquier forma de delegación que sustituya la elección directa de los representantes de los estamentos de la comunidad educativa en los órganos de dirección, atendiendo lo reglamentado para tal fin”, dice la reforma en su literal O.
Ante este hecho, algunos representantes de las instituciones de educación superior han manifestado su preocupación.
“Carece de un planteamiento profundo y coherente de la autonomía universitaria y el pluralismo de las instituciones. (...) En este aspecto, llama la atención sobre algunas disposiciones que suponen riesgos grandes a estos principios”, opinó Rolando Roncancio, rector de la Universidad de La Sabana.
A su turno, David Luna, ponente del proyecto, habló con SEMANA y opinó sobre sus preocupaciones frente a esta reforma.
Luna aseguró que es “alarmante” la amenaza para el sistema mixto de la educación en todos los niveles: “Las universidades privadas desempeñan un papel crucial, formando a la mitad de los estudiantes del país y ofreciendo una calidad educativa destacada. Excluirlas de la solución a nuestros problemas actuales es un error”.