Al cumplirse un año de la firma de los acuerdos de paz con las Farc hay una serie de logros, retos e incertidumbres sobre la implementación de los mismos.
Estas son dos miradas sobre el estado en el que se encuentra la implementación y que corresponden a la segunda parte del informe 'La 'montaña rusa' de la paz: logros y retos del primer año de la firma de los acuerdos', que puede leer aquí.
“Lo más difícil es vencer la apatía de la gente”: Josua Mitrotti
¿Qué ha sido lo más difícil en este año de implementación del Acuerdo de Paz?
Un poco la apatía con que la que los colombianos tomamos todo. Firmamos la paz, tenemos la posibilidad de una relación distinta, de integrar los territorios y no hay mucho interés ni capacidad, hay mucha frustración, olvido y eso genera que estos procesos se vuelvan más de inmediatez. Este es un proceso transformador que va a requerir mucho tiempo.
¿Y en lo administrativo?
Administrar los recursos del Estado siempre es complejo. Pero si uno tiene una buena planeación la cosa funciona. ¿Qué nos hemos encontrado? Dificultades para avanzar en los propósitos que nos hemos propuesto de co-construir, es decir, de poder implementar y poder absorber a los excombatientes de las Farc. Ha habido dificultades, obstáculos legales, antecedentes.
¿Qué lo llena de satisfacción?
Estar contribuyendo. Esto es un edificio: Estamos haciendo los cimientos, avanzando en la construcción de los sótanos. Si quedan bien construidos el edificio va a poder soportar tempestades, temblores, tormentas. Pero esto no es mío, es del país y tenemos que hacer un esfuerzo para entender que es un proceso de largo aliento y que luego que nosotros terminemos vendrán otras personas con nuevos liderazgos, nuevas visiones; lo importante es que los cimientos de este edificio que es la paz y la reincorporación sean perdurables para transformar esta sociedad.
¿Que no ha arrancado todavía?
En materia de reincorporación hemos arrancado. Tenemos un nivel de confianza con las Farc que nos permite trabajar y abordar todos los temas. No podemos hablar de porcentajes porque esto es una construcción a 15 años y ahora cualquier cifra va a parecer precaria. Pero vamos en un proceso que si logramos enrutarlo, va dando resultado.
“Está claro que todo no se puede hacer en un año”: Pastor Alape
¿Qué ha sido lo más difícil en este año de implementación del Acuerdo de Paz?
Cuando empiezan a matar gente. Cada que hay un muerto eso afecta mucho, son mensajes muy contundentes que despiertan los miedos de nuestra gente. Y lo segundo, es la lentitud para que este proceso de implementación tome fuerza. Está claro que todo no se puede hacer en un año, pero sí definir temas estratégicos como son los espacios donde puedan iniciar la instalación de los primeros proyectos productivos. Eso no lo hemos podido logar y son temas fundamentales sobre lo básico.
¿Qué no ha logrado avanzar hasta ahora?
El tema grande de seguridad jurídica y las garantías de participación política que no se han definido todavía en el Congreso de la República.
No hay todavía el primer centímetro de tierras que haya entregado el Estado para nuestros proyectos. Está además, la reforma rural integral que se está tramitando, pero no corresponde en los criterios y no tenemos la participación política. Se ha avanzado: el partido fue legalizado pero no se ha concluido nuestra participación porque está muy ligado a que se apruebe la Justicia Especial de Paz. No se puede mirar un tema sin el otro. También faltan los proyectos reales para que los campesinos puedan hacer parte de la sustitución y erradicación voluntaria.
En este primer año de implementación, ¿qué lo llena de satisfacción?
Que estamos generando un debate nacional y creemos que la gente sí quiere que este país se transforme. La participación de la gente en eventos con universidades y diferentes espacios demuestra que este es un camino acertado. Que este es un camino de lucha, de acciones, en el marco de la civilidad, pero la gente está despertando en su compromiso de nuevo país.