En un acto lleno de nostalgia y fraternidad, en la mañana de este sábado el Centro Nacional de Memoria Histórica, CNMH, hizo entrega del libro ‘El caso de la Asamblea del Valle: tragedia y reconciliación’ a los familiares de las víctimas del fatídico hecho que protagonizaron las Farc el 11 de abril del 2002, cuando se llevaron a doce diputados del corazón de Cali.

La obra reconstruye la memoria de los asambleístas que posteriormente fueron asesinados por la extinta guerrilla: Alberto Quintero, Carlos Alberto Barragán, Carlos Alberto Charry, Edison Pérez, Francisco Javier Giraldo, Héctor Fabio Arizmendi, Jairo Javier Hoyos, Juan Carlos Narváez, Nacianceno Orozco, Ramiro Echeverry y Rufino Varela; del único sobreviviente del plagio, Sigifredo López, y de las tres personas que murieron el día del secuestro (el subintendente de la Policía Carlos Alberto Cendales y de los empleados del canal RCN, Walter López y Héctor Sandoval.

“Venimos a gritarle a Colombia que la memoria de ellos es la forma más sublime de rendirles tributo perenne”, dijo Gonzalo Sánchez, director saliente del Centro y agregó que el país tiene mucho que aprender de esta dolorosa experiencia. “Las cenizas se han vuelto fuente de nueva vida y de esperanza”.

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En nombre de las víctimas, Laura Charry, hija de uno de los diputados asesinados, aseguró que siempre habían soñado una iniciativa que les devolviera la dignidad a sus seres queridos y que, aunque fue un ejercicio que les genera sentimientos encontrados, lo valioso del trabajo construido con el CNMH es que contribuye a dejar claro el mensaje “de que un hecho como ese nunca más se debe repetir”.

A su vez, Gloria Restrepo, investigadora del Centro, explicó que lo producido “es una creación participativa; es un conjunto de narraciones de familiares y amigos que desde la nostalgia reconstruyen las vidas de sus seres queridos y agregó que el libro transita por los testimonios de dolor de amigos y familiares, por el nuevo sentido que cobró sus vidas, por los desafíos que ha representado la búsqueda de la justicia y verdad, y por el acto de reconciliación que protagonizaron en el 2016, cuando las Farc les pidieron perdón por la masacre.

Durante el evento, llevado a cabo en la sede de la Asamblea del Valle, los familiares de las víctimas también pudieron apreciar un capítulo de la serie documental ‘Somos más que 11’, que reúne 16 cortos documentales coproducidos con los familiares. Ver las imágenes de sus seres queridos, revivir el momento del secuestro y recordar la lucha fallida por lograr un intercambio humanitario que les devolviera a los secuestrados hizo que las lágrimas brotaran una vez de varios de los allegados a los asambleístas.

A cada de las familias, incluidas las del subintendente Cendales y las de Walter López y Héctor Sandoval, se les entregó una bolsa con la obra completa. “El evento de hoy era algo que llevábamos preparando más de año y medio. El Centro Nacional de Memoria Histórica generó un antes y un después en mi vida. Reconstruir la memoria de mi papá fue conocer muchas cosas que no sabía él porque lo secuestraron cuando yo tenía 8 años”, dice Juliana Orozco, antes de añadir que este proceso logró reconfortarle el alma, después de lo ocurrido con su papá, Nacianceno Orozco.

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Por su parte, Diego Quintero, hermano de Alberto Quintero, dijo que “el Estado siempre se mostró insolidario con el secuestro y asesinato de los diputados, pero el Centro de Memoria Histórica hace un acto de grandeza al hacer este libro y estos cortometrajes para que la memoria de ellos no se olvide”. Sin embargo, anunció que, tal como lo expresaron en los informes que recientemente entregaron ante la Jurisdicción Especial de Paz, JEP, seguirán exigiéndole al Gobierno que reconozca la responsabilidad que le compete en la tragedia de la que fueron víctimas sus seres queridos.

“Es revivir esos momentos tristes, porque perdonar no es olvidar, pero a la vez me satisface el saber que Carlos Alberto no quedó en el olvido, que su legado vive con nosotros y con todo el Valle del Cauca”, anotó Luz Marina Cendales, hermana del policía asesinado por la guerrilla el día del secuestro.