Nueve exguerrilleros de las Farc y 12 campesinos de La Julia, en el departamento del Meta, se graduaron de Técnicos Agropecuarios Ecológicos, por lo que ahora trabajarán en programas que desarrollen cadenas de producción sostenibles y amigables con el medio ambiente.

La formación recibida, tanto teórica como práctica, tuvo una duración de un año. El 30% de los alumnos eran excombatientes y 70% jóvenes campesinos.

El gerente del Programa Ambientes para la Paz del Consejo Noruego para Refugiados, Alfonso de Colsa, dijo que "llevar la educación a las zonas rurales" permite cerrar brechas, aunque reconoció que "no hay espacios habilitados".

"Lo importante de este proyecto es que se hace dentro del territorio, llevamos a los profesores allí, las aulas están en los Espacios Territoriales de Capacitación y Reincorporación, Etcr, o en las propias comunidades" añadió De Colsa.

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Mejores horizontes

El proyecto empezó en 2017 con un enfoque de sostenibilidad ambiental y de autogestión territorial para dar acceso a las comunidades a la reincorporación.

Uno de los graduados es Alexander Buitrago, de 50 años, que ingreso a las Farc cuando tenía 16 años.

Buitrago, cuyo padre fue asesinado por un militar cuando era líder del partido político Unión Patriótica, UP, en San José del Guaviare, capital del departamento del Guaviare, asegura que por eso se llenó de ira pero que eso ya pasó y ahora solo piensa en formarse.

La UP se fundó en 1985 como parte de un proceso de paz iniciado un año antes por las Farc con el gobierno del entonces presidente colombiano Belisario Betancur, pero casi 4.000 de los militantes fueron asesinados por grupos paramilitares y miembros de las fuerzas de seguridad del Estado.

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El exguerrillero aseguró que ingresó en la guerrilla porque en un país como Colombia no existen las ayudas para los campesinos y abunda la pobreza y la miseria y por tanto "lo único que quedaba era luchar".

"Es muy importante este proyecto para el campesino y para toda Colombia por la capacitación que se nos da, aprendemos niveles estratégicos importantes para toda la región", destacó Buitrago.

"La paz será una realidad con justicia social, con miseria no hay paz, con programas como los que trae el Consejo Noruego a sitios donde nunca ha llegado el Gobierno colombiano", añadió.

Durante el proceso de paz se graduó en bachiller, ahora como técnico agropecuario y lo único que espera es seguir progresando "en sus capacidades" para poder seguir aportando al proceso de paz y a la comunidad.

Apoyos extranjeros

Los acuerdos para los proyectos se realizan junto con el Servicio Nacional de Aprendizaje, Sena. Además de este curso, se realizaron los de operación turística local, sistemas agroecológicos o de administración de empresas solidarias, todos con un enfoque de sostenibilidad ambiental.

Los proyectos son posibles gracias al apoyo tanto económico como social de las embajadas Británica y Noruega, que se unieron para poder sacar adelante los planes de educación con énfasis en la conservación de la biodiversidad.

En el Programa Ambiente para la Paz han participado hasta el momento unas 3.800 personas.