El ajo, además de ser una especia muy utilizada en la cocina por el exquisito sabor que le da a cada plato y a sus beneficios ya comprobados para la salud, es utilizado como un amuleto para atraer la prosperidad y rechazar la envidia.
Desde tiempos inmemoriales, al ajo se le ha dado muchos usos, incluso hasta para el mal de ojo y también como remedio efectivo para el rebote de lombrices mezclado con alcohol.
Algunos dicen que es tan saludable que si se pudiera comer medio kilo de ajo (crudo en lo posible) estaríamos cubiertos para prevenir y hasta curar cientos de enfermedades.
Pero, además de este aspecto medicinal, se cree desde la antigüedad que el ajo es portador de un potente sentido mágico y energético.
En muchas culturas ancestrales era empleado para rechazar y bloquear las energías negativas.
De los faraones a Homero
Cabe recordar que en las tumbas de los faraones fueron descubiertas algunas cabezas de ajo e incluso Homero, autor de La Odisea, no escapó a sus influjos.
Todos han reconocido y reconocen sus virtudes. Y algo que está bueno para la salud, no puede ser ajeno a la suerte, porque bastante suerte es tener un cuerpo sano.
El ajo aleja el mal en todas formas: la envidia, la mala fortuna, desgracias varias. Y alejando lo malo, solo deja pasar el bien, lo bueno y lo generoso.
Estos son los amuletos con ajo para atraer la fortuna
Hay tres amuletos que ya son clásicos a la hora de protegernos y tratar de garantizar la fortuna en nuestras vidas.
Otro que es infalible es el dije de ajo. Se puede portar en la cartera de la dama o el bolsillo del caballero, pero tenga cuidado de llevarlo bien envuelto para evitar que su olor se impregne en todo lo que toque, además de estarlo cambiando cuando sea necesario.
Asimismo, la ristra de ajos. Se coloca detrás de la puerta para evitar que ingrese cualquier objeto o persona indeseable. Este es el más frecuente e, incluso, llega a formar parte de la decoración del hogar.
De otro lado, en el campo preparan infusiones de ajo con las que riegan el contorno del terreno para que no ingresen alimañas.
Entre tanto, en la ciudad muchos pulverizan las plantas con esta solución para repeler los insectos. La idea siempre es la misma, expulsar, repeler, defender, frenar, impedir el paso.
Entre mitos y leyendas
Una antigua leyenda árabe cuenta que, al momento de abandonar el paraíso, el diablo dejó dos huellas. Y de la primera nació un ajo.
En La Odisea, Homero habla del ajo dorado que Hermes, el mensajero de los dioses le dio a Ulises para evitar que Circe lo convierta en cerdo, como hizo con sus compañeros.
En el mito de los Argonautas y el Vellocino de Oro, Medea untó el cuerpo de Jasón con jugo de ajo para protegerlo de los toros del rey Pelias.
Aun hoy en Egipto se celebra la fiesta “Aspirar las brisas” durante las cuales se colocan ristras en los marcos de puertas y ventanas para combatir las fuerzas maléficas.