El término memoria tiene su origen en el latín. Traducido a español significa “el que recuerda”. Se define también como el proceso de almacenamiento de información que luego se recuerda. Y como explica Medline Plus, hay diferentes tipos de memoria.

“La memoria de corto plazo almacena información por unos pocos segundos o minutos. La memoria de largo plazo la almacena por un período más largo. La memoria no funciona siempre a la perfección. A medida que envejece, puede tomar más tiempo para recordar las cosas”, sostiene la Biblioteca de Medicina de los Estados Unidos.

La actividad física resulta muy beneficiosa para proteger el cerebro de un deterioro cognitivo prematuro y reduce el riesgo de sufrir una enfermedad neurodegenerativa. | Foto: 123 RF

Ahora bien, ¿qué tiene que ver el romero con la memoria? Si bien es cierto que las plantas del ecosistema resultan útiles para diferentes dolencias y afectaciones a la salud, la salvia rosmarinus tiene una particular e interesante relación con esta función cognitiva.

“Aquí tienes romero, para la memoria”, le dice Ofelia a su hermano Laertes, en la obra Hamlet, de William Shakespeare, publicada en 1603, recuerda SEMANA. Es que el romero ha sostenido un vínculo estrecho e histórico, que tiene algunas investigaciones científicas que dan pistas sobre su efectividad en la memoria.

El romero (Rosmarinus officinalis) es un arbusto aromático. | Foto: Getty Images

Por ejemplo, el Journal of Medicinal Food mostró que los adultos mayores que participaron en la investigación y que consumieron dosis bajas de polvo de romero seco presentaron mejoras significativas en la velocidad de la memoria.

También, una reseña publicada por Alexander Leonhardt en el portal Herbs Info asegura que oler la planta de romero incrementaría la capacidad de almacenamiento de la información hasta en un 70 % para las personas.

Estudiosos de la Universidad de Nueva York descubrieron en el 2013 que la pérdida de memoria se relaciona con una molécula que actúa en el hipocampo. | Foto: Andrea Danti - Fotolia

¿Cómo se prepara la infusión de romero?

La forma más común de extraer los fitoquímicos de las plantas es a través de infusiones. Y estas son realmente sencillas de preparar.

Para este caso solo se necesitan unas ramas de romero y agua. Se debe tener cuidado con no exceder la cantidad de hojas, pues el sabor podría resultar demasiado hostigante y hasta contraproducente.

Para iniciar se calienta, pero sin que llegue a hervir, una taza de agua. Luego se le agregan las hojas de romero previamente lavadas. Después, se debe dejar reposar durante cinco minutos y consumir. Lo ideal es beberlo diariamente antes de irse a la cama.

“El romero también puede ser consumido mediante diferentes preparaciones culinarias, por lo que no se debe descartar su uso frecuente en la cocina para ayudar, no solo a mejorar la memoria, sino otras aristas de la salud. Se pueden agregar un par de hojas de romero a las ensaladas o encima de las carnes o postres”, recuerda la Revista.

Efectos secundarios y contraindicaciones

Esta planta es rica en antioxidantes, por tanto, neutraliza los radicales libres y disminuye el daño al endotelio arterial, conservando así en buen estado los vasos sanguíneos, según el portal Mejor con Salud.

Ahora, sobre la parte del romero que se utiliza para curar, Ecología Verde explica que lo más común es utilizar las hojas secas y, a veces, las flores también, en forma de infusión de romero. Sin embargo, hay varias formas de preparar el romero y algunas emplean en ocasiones ramas enteras y no solo hojas. El portal español recuerda que, aunque el principio activo del romero carece de toxicidad, hay personas que pueden ser alérgicas a esta planta.

“No es recomendable su uso en personas con cálculos biliares sin consultar previamente con un médico, debido a que un aumento del drenaje de la vesícula biliar puede ir acompañado de una obstrucción de los conductos biliares”, señalan.

Insisten en que la probabilidad de presentar una intoxicación por el consumo de infusiones de romero es muy baja, “una sobredosis podría derivar en un cuadro caracterizado por espasmo abdominal, vómitos, gastroenteritis, hemorragia uterina e irritación renal”.