En tiempos donde la tecnología reina, expertos en salud aseguran que esta herramienta se ha convertido en un dolor de cabeza para que las personas puedan tener un descanso saludable durante la noche, pues aseguran que muchos permanecen en sus dispositivos móviles antes de dormir y como consecuencia no pueden conciliar el sueño de una manera rápida.

Al no descansar bien, esto acarrea complicaciones en la salud de las personas, principalmente afectando su sistema cognitivo.

Sin embargo, la Universidad de Harvard reveló una técnica llamada 4-7-8 con la que una persona podría dormirse en un minuto.

Es importante adecuar la habitación para dormir bien. | Foto: Getty Images

De acuerdo al portal web 20 Minutos, el doctor Andrew Weil fue quien desarrolló esta fórmula numérica que ayuda a conciliar el sueño a través de la respiración, lo que contribuye a reducir el insomnio y mejorar el descanso.

En ese sentido, la técnica 4-7-8 consiste en controlar el nivel de la respiración en su máxima expresión. Resulta que Andrew Weil se inspiró en el yoga y su pranayama, unos ejercicios respiratorios para controlar y conducir hacia el prana (la energía vital).

Para ello y hacerlo más fácil a quienes no practican de forma rutinaria esta disciplina aliada de lo espiritual, el especialista marcó unos tiempos que consisten en soltar todo el aire de los pulmones, posteriormente inspirar 4 segundos por la nariz y de la forma más silenciosa, se debe proseguir a aguantar ese aire durante 7 segundos en los pulmones. Finalmente, expulsar el aire durante 8 segundos con fuerza, labios cerrados y hasta escuchar el sonido de un silbido.

El doctor recomienda practicar esta técnica por lo menos dos veces al día. También precisa que no se debe hacer más de cuatro veces si no está del todo entrenado en las respiraciones 4-7-8.

También se conoce que esta fórmula además de mejorar la calidad del sueño, cuenta con otros beneficios para la salud. “Esta técnica formulada en Harvard también mejora la fatiga, las migrañas o incluso la hipertensión y el control de la irritación emocional”, precisa 20 Minutos.

Un mal hábito de sueño afecta el funcionamiento de las células neuronales. | Foto: Getty Images

Entretanto, hay conocedores de esta fórmula quienes aseguran que por más que lo han intentado no han conseguido obtener beneficios. Para ello, el especialista Weil tiene una opción muy sencilla: “bajar los tiempos. Aun así, para que la técnica salga correctamente debe tener muy claro cuáles son los pasos a seguir, pero sobre todo cómo seguirlos y hasta dónde puede llegar”.

Agrega que la persona que no logre beneficiarse de la técnica 4-7-8 podría tener alguna patología pulmonar que le impide tomar todo el aire que se requiere para la práctica de esta fórmula. “Por eso, los tiempos que podría seguir en casos como ese, son los de inspirar 2 segundos, aguantar 3,5 segundos y soltar aire durante 4 segundos”, explica.

Por otro lado, es importante precisar que durante el tiempo de descanso ocurren varios eventos que son desconocidos para algunas personas, pero de gran importancia respecto a la salud. Según la Asociación Americana de Personas Jubiladas (AARP) de Estados Unidos, en la noche la presión arterial y la temperatura corporal disminuye, por lo que las personas experimentan excitación sexual, hablar en voz alta o rechinar los dientes.

Por ello, cuando una persona duerme menos de cinco horas, debe tener en cuenta que la falta de sueño genera que el 25 por ciento de las células cerebrales mueran, lo cual termina afectando las funciones y supervivencia neuronal. Del mismo modo, se terminan alterando los procesos y acciones cognitivas.

En cuanto a los riesgos más peligrosos que acarrea esta condición son:

  • Aumento de peso.
  • Debilidad en el sistema inmunológico.
  • Aumento en la probabilidad de padecer diabetes.
  • Vulnerabilidad a la depresión y ansiedad.
  • Desarrollo de enfermedades cardiovasculares.
Dormir bien es necesario para mantener una buena salud. | Foto: Squaredpixels
  • Hipertensión.
  • Reducción del deseo sexual.
  • Afecciones en la función cognitiva.
  • Aceleración en el proceso de envejecimiento.