Las semillas de lino se han convertido en parte esencial de la alacena de la mayoría de los hogares gracias a sus beneficios para la salud.
En concreto, las semillas de lino o linaza, dentro de una dieta equilibrada, pueden ser de las mejores aliadas para la microbiota intestinal, ya que son una buena fuente de fibra y ácidos grasos.
Además, según los especialistas de la Clínica Mayo, generalmente se utilizan ya sea al natural o en aceite, para mejorar la salud digestiva o aliviar el estreñimiento, pero también puede ayudar a reducir el colesterol total en sangre y los niveles de lipoproteína de baja densidad (LDL, o colesterol “malo”), lo cual puede ayudar a disminuir el riesgo de enfermedad cardíaca.
De la misma manera, su alto contenido en omega-3, la linaza previene y ayuda a disminuir los niveles de colesterol en sangre.
Pero además de lo mencionado, las semillas de linaza tienen muchos otros beneficios importantes para la salud de las personas.
Activa el tránsito intestinal
Como se mencionó anteriormente, la linaza ees gran fuente de fibra, lo que puede contribuir a la reducción del riesgo de padecer enfermedades crónicas como la diabetes tipo II o la hipertensión. La fibra además ayuda a que el tránsito intestinal se active, por lo que ayuda a las personas que sufren de estreñimiento a ir al baño.
Para ello, se hace una mezcla agregando una cuchara de las semillas a un vaso de agua, la cual hay que dejar que se repose al menos media hora para poder consumirla.
Fuente de proteínas
Esta semilla es fundamental para quienes llevan una dieta vegetariana, ya que, al ser fuente de proteína vegetal, es un excelente suplemento. Las semillas de linaza llevan a cada cédula del cuerpo proteínas para su correcto funcionamiento.
Contiene minerales
La linaza tiene alto contenido de magnesio, manganeso y otros minerales que ayudan a tener huesos sanos y fuertes. Esta semilla es recomendable para las personas que padecen artritis, osteoporosis y otras condiciones que debilitan y afectan el sistema óseo del cuerpo.
Protege el corazón
Poseen un efecto antiinflamatorio al favorecer la síntesis de prostaglandinas PG3 que ayudan a mantener en buen estado los vasos sanguíneos.
También evitan la acumulación en ellos de colesterol y triglicéridos, lo que ayuda a la prevención de enfermedades como la arterioesclerosis y, en consecuencia, los infartos cardiacos y cerebrales o trastornos circulatorios.
La mayoría de estudios clínicos realizados muestran que el consumo de 30 a 50 g de linaza molida al día reduce el colesterol total entre el 6 y el 13 % y el colesterol malo LDL del 9 al 18 %.
¿Cómo se consume la linaza?
No hay momento más oportuno que ahora para comenzar a aprovechar los beneficios de la linaza, ya que contiene propiedades que benefician la salud y su sabor y textura, hacen estas semillas ideales para cocinar gran cantidad de alimentos, por lo que se puede incluir fácilmente en la dieta diaria.
Molida: Este tipo de linaza se puede comprar en tiendas naturistas y en supermercados y es ideal para mezclar con jugos o para espolvorear en frutas picadas. En panes, postres y otros productos de panadería también se puede utilizar.
En semilla: Ya sea en un vaso de agua fría o caliente, se puede agregar una cucharada y consumir a cualquier hora del día. También se puede mezclar con los tés e infusiones favoritas unos minutos antes de tomarlas.
En aceite: Esta es una manera sencilla de incluir la linaza en la dieta, ya que el aceite se suele usar en casi todas las preparaciones, por ejemplo como aderezo para las ensaladas.
Cabe destacar que antes de incluir un alimento en la dieta diaria es importante comentarlo con un profesional de la salud para determinar si es una buena opción para usted.