Uno de los mayores aliados del cuidado y bienestar de la piel es el agua fría, debido a los múltiples beneficios que trae consigo. Sin duda, el hecho de bañarse diariamente es un hábito saludable para la salud, ya que permite eliminar impurezas de la piel, células muertas, microbios y secreciones de las glándulas sudoríparas y sebáceas.
De acuerdo con algunos estudios científicos, ducharse con agua con temperaturas inferiores a los 30 grados centígrados podría tener significativos cambios en la vida diaria de las personas, y uno de los principales es que ayuda a despertarse, debido a que provoca una especie de shock en el ser humano.
Por su parte, según el sitio web Harpers bazaar, “el agua fría hace que se cree una vasoconstricción que protege al cuerpo de la pérdida de calor pero después esos vasos se dilatan y hacen que la sangre circule mejor, lo que purifica la piel y ayuda a que se oxigene. Gracias a una mejor circulación, la piel se verá más firme y elástica”.
Bañarse con agua fría también puede ayudar a reducir el dolor muscular tras un entrenamiento intenso, gracias a que tiene propiedades regenerativas, por lo que los músculos se relajarán y repararán. El sitio especializado Healthline, indicó que si la persona tiene picazón en la piel, las duchas frías pueden ayudar a evitar la necesidad de rascarse.
Como si esto fuera poco, según la publicación de Business Insider, la exposición al agua fría activa el sistema nervioso y aumenta la liberación de noradrenalina en el cerebro, componentes que responden ante el peligro.
“El agua fría, al mejorar la circulación sanguínea, activa también la producción de elastina y de colágeno, una de las proteínas más abundantes del organismo que se va perdiendo con la edad y hace que se pierda la firmeza y la elasticidad de la piel”, agregó el sitio web Harpers bazaar.
Otro de los beneficios más inmediatos que pueden descubrirse del agua fría es que, en caso de sufrir algún golpe, inflamación o lesión, el frío contribuye a mitigar su dolor y también la hinchazón que se produce en la zona afectada. Por lo mismo, es muy recomendable para personas que tengan algún tipo de lesión o estén en proceso de rehabilitación.
Los especialistas indican que el agua fría ayuda a conciliar el sueño. Es ideal para personas que tengan problemas de insomnio, quienes pueden tomar una ducha en la noche antes de ir a la cama.
¿Qué efectos tiene bañarse todos los días?
- Sequedad de la piel: el bañarse con demasiada frecuencia puede eliminar los aceites naturales de la piel, lo que puede llevar a sequedad, descamación e irritación. Esto es especialmente cierto si se utiliza agua caliente y jabones fuertes que eliminan los aceites naturales protectores de la piel, por ello, es tan importante la hidratación de la piel después del baño.
- Irritación cutánea: el uso excesivo de productos de limpieza, como jabones perfumados o geles de ducha, junto con la exposición diaria al agua, puede causar irritación en la piel, especialmente en personas con piel sensible.
- Pérdida de bacterias beneficiosas: la piel alberga bacterias beneficiosas que ayudan a mantener un equilibrio saludable. Bañarse en exceso puede eliminar estas bacterias, lo que puede permitir el crecimiento de bacterias dañinas y provocar problemas como infecciones cutáneas.
- Alteración del equilibrio del pH: la piel tiene un equilibrio de pH natural que la protege de las infecciones y mantiene su barrera protectora intacta. Bañarse más de una vez al día y usar productos agresivos puede alterar este equilibrio, lo que puede llevar a problemas de piel, como sequedad, irritación y picazón.
- Problemas capilares: el lavado diario del cabello puede eliminar los aceites naturales del cuero cabelludo, lo que puede hacer que el cabello se vuelva seco, quebradizo y sin brillo.