Mantener una sonrisa brillante y saludable es un objetivo común para muchas personas y una parte fundamental de este propósito está en conservar unos dientes limpios y blancos.

El consumo constante y altas cantidades de ciertos alimentos puede llevar a que con el tiempo, los dientessufran cierto desgaste, representado esto en muchas oportunidades en un color amarillo que parece haberlos percudido.

Fumar es otra de la prácticas que puede volver los dientes amarillos debido a sustancias como la nicotina. | Foto: Getty Images /Peter Dazeley

Esto se debe a que la misma composición de los alimentos puede tener fuertes pigmentos o producir un debilitamiento rápido del esmalte dental,permitiendo que cualquier sustancia se adhiera más fácilmente a la superficie del diente.

Esta situación muchas veces puede llegar a afectar la confianza en la propia imagen, así como el relacionamiento con los demás, aparte de la salud oral. Estos son algunos de los alimentos conocidos popularmente por manchar los dientes si se consumen de manera frecuente.

  1. Café: esta es una de las bebidas más populares en todo el mundo, especialmente en Colombia, pero su consumo frecuente puede dejar manchas en los dientes debido a su contenido de taninos y pigmentos oscuros. Para reducir su impacto, se recomienda beber café con moderación y enjuagar la boca con agua después de consumirlo.
  1. Té: al igual que el café, el té contiene taninos y pigmentos que pueden manchar los dientes. Especialmente los tés oscuros, como el té negro, pueden dejar marcas en el esmalte dental. Los expertos sugieren limitar su consumo y tomar precauciones adicionales para mantener una buena higiene bucal.
  1. Vinotinto: el vino es conocido por su capacidad para manchar los dientes debido a su alto contenido de pigmentos oscuros llamados cromógenos. Además, contiene ácidos que pueden erosionar el esmalte dental. Se recomienda su consumo con moderación y al igual que los anteriores productos. enjuagar la boca con agua después de consumirlo.
El consumo de café es una de las situaciones que más pueden manchar los dientes. | Foto: Nicolas Economou/NurPhoto

4. Salsa de tomate: este es un ingrediente especial y fundamental en muchas comidas, pero su color vibrante y alta acidez pueden contribuir a la decoloración dental. Los ácidos presentes en la salsa de tomate pueden erosionar el esmalte dental, permitiendo que los pigmentos penetren más fácilmente. Es recomendable cepillarse los dientes después de consumir este tipo de alimentos.

5. Bebidas carbonatadas: los refrescos y las bebidas gaseosas contienen ácidos y colorantes artificiales que pueden manchar los dientes. Además, su alto contenido de azúcar contribuye a la formación de caries y dañar el esmalte dental. Algunas alternativas más saludables para reducir su consumo puede ser optar por bebidas como el agua o el té sin azúcar.

6. Frutas y bayas oscuras: aunque las frutas y las bayas son excelentes opciones para una dieta equilibrada, algunas variedades, como las moras, las cerezas y los arándanos, contienen pigmentos oscuros que pueden manchar la capa dental. Aunque su consumo es recomendable, también lo es enjuagar la boca después de comerlos.

7. Salsas y condimentos oscuros: salsas como la de soja, balsámica y el vinagre balsámico funcionan como adiciones ideales para muchas comidas, pero pueden resultar manchando los dientes por su alto contenido de pigmentos oscuros y ácidos.

Tanto prevenir las manchas en los dientes como recuperarlos después de algún daño causado es un compromiso único y exclusivamente que corresponde a cada persona.

Para evitar llegar a situaciones que requieran un manejo especializado se recomienda la visita periódica al odontólogo, pero además tomar hábitos como el cepillado mínimo tres veces al día, el uso frecuente y correcto de la seda dental, así como de enjuague bucal.

Adicional a esto, y en caso de tomar por gusto frecuentemente líquidos, que puedan manchar los dientes, una buena opción que podría disminuir las complicaciones sería hacerlo por medio de pitillos, pues así se minimiza el contacto directo de las sustancias nocivas con los dientes.