El funcionamiento del cuerpo es maravilloso. La ejecución de cientos de tareas en simultáneo, deja ver un sistema increíble de engranaje; la respiración a través de los pulmones, la circulación por las venas, la imagen que se capta con los ojos, el sonido que ingresa por los oídos, la generación de pensamientos a través de las neuronas en el cerebro, el movimiento de las manos, la activación de las defensas, el proceso de los alimentos en el estómago… Todo ello y más puede estar pasando mientras se lee este párrafo.
En esa medida, es importante comprender que la cantidad de reacciones químicas y físicas que se generan también se relacionan con los comestibles que ingresan al organismo. Por ejemplo, si se consumen alimentos con alta carga energética, lo esperado en el cuerpo es que se sienta más vigor; también si ingresan productos altos en grasa o difíciles de digerir, lo que tiende a suceder es que el organismo debe invertir más de sí en su procesamiento y cuando esto es muy frecuente, empiecen a generarse daños que derivan en enfermedades.
Ahora, hablando de circulación, es clave tener en cuenta que este es el proceso de transportar la sangre en todo el cuerpo.
“La sangre se transporta a todo el cuerpo a través de los vasos sanguíneos, unos tubos llamados arterias y venas. El proceso se llama circulación. Juntos, el corazón y los vasos sanguíneos componen el aparato cardiovascular”, explican los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades
Entonces, el corazón bombea sangre a todas las partes del cuerpo y la sangre suministra oxígeno y nutrientes a todo el organismo y elimina el dióxido de carbono y los elementos residuales. “A medida que la sangre viaja por el cuerpo, el oxígeno se consume y la sangre se convierte en desoxigenada”, añaden.
Pero, ¿cuál es la relación de un té con la circulación?
“Un elixir de la inmortalidad, una bebida que quita la sed, disuelve el sueño y anima el corazón; una las siete necesidades básicas de la vida diaria”, cuentan desde la Fundación del Corazón que así definían el té en China. La bebida, que es considerada un excepcional tesoro que se disfruta, tiene beneficios que cada vez son más conocidos.
Beneficios del té
La Fundación Española del Corazón explica que hay una lista de efectos beneficiosos.
- Prevenir la aterosclerosis (endurecimiento y estrechamiento de las arterias).
- Disminuir los niveles de colesterol y de azúcar en sangre.
- Reducir el riesgo de infarto.
- Ayudar a controlar la hipertensión.
- Proteger del cáncer, de la osteoporosis e incluso retrasar el envejecimiento.
Y en cuando a efectos más notables en a circulación se resalta el té verde y el té rojo.
- Té verde: es un producto derivado de la Camellia sinensis y se usa como infusión o directamente como una medicina natural. “Además de ser un antioxidante perfecto, es uno de los tés más indicados para mejorar la circulación sanguínea, ya que cuida de los vasos que transportan la sangre de nuestro cuerpo y su consumo nos ayuda a fortalecer todo el sistema cardiovascular”, explica Varicentro.
- Té rojo: al igual que el anterior, es elaborado a partir de las hojas y tallos de la Camellia sinensis, que es la planta a partir de la cual se elaboran muchos otros tés. Entre sus componentes activos están los flavonoides, un tipo de polifenoles que le otorgan los potentes antioxidantes, ideales para proteger la salud del corazón. Además, ayudan a reducir los niveles de colesterol y azúcar en la sangre, factores que son clave para prevenir afecciones del corazón.
“Este té, en comparación con otros, posee un porcentaje mayor de teína, lo que lo convierte en un té poco apto para personas nerviosas o con tensión elevada. Por lo que, en estos casos, recomendamos un consumo moderado”, agregan.