En los últimos días, el futuro de la EPS Sura que tiene a su cargo a 5,3 millones de usuarios, ha generado una ola de interrogantes.
Esto, debido a que ha trascendido su eventual conversión a gestora de salud, en línea con alguna de las propuestas de la reforma a la salud que promueve en el Congreso el gobierno del presidente Gustavo Petro.
Juana Francisca Llano, presidenta de la compañía, aseguró que “somos actores relevantes del sistema de salud y sí estamos buscando conversaciones no solo con el Gobierno, sino con todos los involucrados en estos temas”.
Entre las propuestas analizadas por Suramericana, está la de aceptar que su EPS sea gestora de salud y de vida, pero bajo unas características propias que actualmente son objeto de discusión.
“Lo que buscamos con ese rol de gestoras es poder mantener el conocimiento que hemos adquirido las EPS alrededor de la gestión del riesgo en salud, es decir, saber segmentar la población, establecer rutas de atención (para diabéticos, hipertensos, gestantes), hacer compras inteligentes de medicamentos, entre otras cosas”, añadió Llano.
Con un saldo en rojo de $ 223.000 millones en 2023 y las pérdidas por más de $ 138.000 millones en 2022, el patrimonio de la EPS Sura es negativo (unos $ 40.000 millones), pero la decisión de Suramericana, dueño en un 100 % de la entidad de salud, es que no va a capitalizarla.
“Necesitamos tener condiciones adecuadas para tomar la decisión de invertir nuevamente en la EPS”, aseguró la presidenta.
Así mismo, concluyó que “la postura de la EPS Sura ha sido clara y ampliamente informada: la salud necesita una reforma que resuelva su financiación, la accesibilidad en los territorios, la disponibilidad del talento humano en salud y modelos de promoción y prevención. Una reforma que, además, reconozca los avances y logros que hemos alcanzado: universalidad, cobertura, solidaridad, protección financiera del usuario, representación integral del afiliado y articulación entre lo público y lo privado”.