La utilización de fragancias con fines terapéuticos y de bienestar emocional es una práctica cada vez más común. Las personas buscan una forma natural y efectiva de mejorar su estado de ánimo y reducir el estrés, y los aromas han demostrado que pueden ser una alternativa poderosa para lograrlo. Las fragancias se reinventan en cada temporada, tomando mayor protagonismo las que aportan amor, tranquilidad, felicidad, sensualidad y paz.
Para dar algunos ejemplos, la lavanda es una fragancia que ha sido utilizada durante siglos por sus propiedades relajantes y calmantes. Se ha demostrado que el aroma de la lavanda reduce el estrés y la ansiedad, mejora la calidad del sueño y ayuda a relajar los músculos. Por estas razones, la lavanda es una de las fragancias más populares en aromaterapia.
El jazmín es una flor con un aroma dulce y exótico que se ha utilizado tradicionalmente para calmar los nervios y reducir la ansiedad. Se cree que el aroma del jazmín tiene propiedades antidepresivas y puede ayudar a mejorar el estado de ánimo. Además, algunas investigaciones sugieren que el jazmín puede ser efectivo para reducir el dolor y mejorar la calidad del sueño.
El sándalo es una fragancia amaderada que se utiliza a menudo en la meditación y la relajación. El aroma del sándalo tiene propiedades sedantes y puede ayudar a reducir la ansiedad y el estrés. Además, algunas investigaciones sugieren que el sándalo puede ser efectivo para mejorar la atención y la memoria.
La rosa es una flor con un aroma dulce y romántico que se ha utilizado tradicionalmente para calmar los nervios y reducir el estrés. El aroma de la rosa también tiene propiedades antidepresivas y puede ayudar a mejorar el estado de ánimo. Además, algunas investigaciones sugieren que el aroma de la rosa puede ser efectivo para reducir la ansiedad y mejorar la calidad del sueño.
Expertos en producto de la empresa de cosméticos O Boticário aseguran que “las fragancias pueden tener un gran impacto en la salud mental. Los perfumes son una alternativa para sentirse mejor. Siempre que percibes una fragancia o notas de olor de algún producto, hay una respuesta emocional inmediata. De manera inconsciente las personas al utilizar fragancias elevan el ánimo y se sienten mejor¨.
En la actualidad muchas personas acuden a especialistas en aromaterapia para obtener recomendaciones y consejos personalizados sobre cuál es el aroma que más les funciona, qué tipo de sentimiento se busca o sensación para determinar cuál es el aroma perfecto.
Las fragancias pueden ser una herramienta poderosa para mejorar la salud y el bienestar emocional. La lavanda, el jazmín, el sándalo, el eucalipto y la rosa son solo algunas de las fragancias en tendencia que pueden ayudar a reducir el estrés, mejorar el estado de ánimo y promover la relajación y el bienestar emocional.
Los aromas suaves, femeninos invitan a creer en el amor propio, a aceptar la esencia de cada mujer y a conectarse con la belleza que perciben las personas que están en el entorno propio, como Floratta Flores Secretas de Oboticário, “donde hay amor, hay belleza”.
Por su parte, el doctor estadounidense Michael J. Breus, experto en sueño, asegura que los aromas esenciales funcionan por vía de la respiración porque el sentido del olfato está conectado directamente al cerebro; en este sentido, es el único que llega sin intermediación del tálamo a las zonas del cerebro encargadas de la memoria y las emociones.
¿Cómo usarlos?
Sin duda alguna, el mejor lugar para hacer uso de estos cinco aromas es en casa, buscando un espacio en el que la persona considere que puede encontrar relajación para calmar el estrés y los distintos pensamientos. Por lo tanto, de acuerdo con el portal web ‘Porque Quiero Estar Bien’ se pueden usar de las siguientes maneras:
- Utilizarlo a la hora del baño agregando seis gotas de aceite esencial sobre tu esponja o estropajo y esparcirlo por todo el cuerpo.
- Disolver seis gotitas en dos cucharadas de aceite base y aplicar la mezcla sobre la piel desnuda antes de entrar en la ducha.
- Añadir dos a cuatro gotas del aceite en agua caliente dentro de un recipiente, cubra su cabeza con una toalla y colóquela inclinada sobre la mezcla unos cinco minutos como máximo.