La guanábana es una fruta tropical exquisita que ha sido elogiada durante muchos años por sus propiedades medicinales. El interior de esta fruta está conformado por 85% de agua, por lo que es diurética. Además, tiene vitamina C, fructuosa, almidones, proteínas, potasio, magnesio, sodio y fibra.

Además, esta frita contiene una serie de compuestos bioactivos, como las acetogeninas, que han demostrado tener propiedades antiinflamatorias, antioxidantes y anticancerígenas.

Y es que la guanábana ha logrado captar la atención de miles de personas, porque se puede aprovechar todas las parte de la planta, tanto como la fruta, la corteza, las raíces, las semillas y las hojas. En particular, las hojas de guanábana se han utilizado tradicionalmente en muchas culturas para tratar una variedad de enfermedades, incluyendo la diabetes y la hipertensión.

La guanábana aporta grandes beneficios al organismo. | Foto: Libre de derechos

La diabetes es una enfermedad crónica que afecta a millones de personas en todo el mundo. La regulación de los niveles de azúcar en sangre es esencial para mantener la salud en personas con diabetes.

Algunos estudios sugieren que las hojas de guanábana pueden ayudar a regular los niveles de azúcar en sangre. Se cree que los compuestos presentes, tanto como los fitoquímicos, como los taninos, flavonoides y triterpenoides en las hojas de guanábana, pueden mejorar la sensibilidad a la insulina y ayudar a estabilizar los niveles de glucosa en sangre, en personas con diabetes y prediabetes.

Por otro lado, la hipertensión, o presión arterial alta, es un factor de riesgo importante para enfermedades cardiovasculares. El potasio, que es abundante en la guanábana, es conocido por su capacidad para reducir la presión arterial al contrarrestar los efectos del sodio.

La fruta y la hoja contienen vitaminas B1, B2, B3, B5, B6 y vitamina C. | Foto: Getty Images

Las hojas de la guanabana contienen compuestos alcaloides, además de aceites esenciales, como el cariofileno, que tienen propiedades hipotensivas, que bloquean los canales iónicos de calcio, lo que permite que los vasos sanguíneos se relajen y se mantengan más abiertos. Esta acción proporciona un mejor control de la presión arterial en personas hipertensas.

¿Cómo se prepara el té de hojas de guanábana?

Ingredientes:

  • Un litro de agua
  • 10 o 15 hojas de guanábana
  • Jugo de medio limón
  • Miel o stevia (opcional, para endulzar).

Instrucciones:

  1. Lavar las hojas: Si se está usando hojas frescas, lo primero que hay que hacer es lavarlas cuidadosamente para eliminar cualquier suciedad o impurezas. Si se utiliza hojas secas, es mejor asegurarse de que estén limpias y de alta calidad.
La fruta y la hoja contienen vitaminas B1, B2, B3, B5, B6 y vitamina C. | Foto: Getty Images
  1. Hervir el agua: Llevar el litro de agua a ebullición en una olla grande.
  1. Añadir las hojas de guanábana: Una vez que el agua esté hirviendo, se recomienda reducri el fuego y agregar las hojas de guanábana. Luego, se deja que las hojas hiervan a fuego lento durante unos 15 - 20 minutos.
  1. Retirar del fuego y dejar reposar: Después de hervir las hojas, se apaga el fuego, y se deja que la infusión repose durante unos minutos. Esto permitirá que los compuestos beneficiosos se liberen en el agua.
  1. Colar y servir: Por último, se cuela el té para eliminar las hojas de guanábana, se le agrega el jugo del limón y se sirve en una taza. Si la persona lo desea, podría endulzarlo con miel o stevia.

De acuerdo a la Universidad de Texas en el Paso (UTEP), aunque esta fruta es muy nutritiva, en algunos casos es mejor evitar el consumo de este té, específicamente, en mujeres gestantes y niños.

Se recomienda no tomar este té por largos períodos de tiempo, ya que podría provocar náuseas, vómitos, disminución brusca de la presión y cambios intestinales. Es por esto que es mejor que el consumo de esta infusión sea bajo la orientación de un profesional de la salud, antes de utilizarlo como complemento o tratamientos médicos.