La diabetes es una enfermedad crónica y metabólica. Es uno de los trastornos más graves que existen. Su detonante son los niveles muy altos del azúcar o la glucosa en la sangre. Cualquier persona la puede llegar a padecer. Se clasifica en tres clases; la diabetes tipo 1, la diabetes tipo 2 y la diabetes de tipo gestacional.
Con el paso del tiempo, esta enfermedad puede dañar el corazón, los vasos sanguíneos, el hígado y los riñones. Los principales síntomas son la pérdida de peso sin razón alguna, el aumento de la sed, la micción frecuente, las heridas que tardan en sanar, el hormigueo en las manos y en los pies, la debilidad o fatiga, entre otras cosas más.
Por su parte, el colesterol “es una sustancia cerosa y parecida a la grasa que se encuentra en todas las células de su cuerpo. Su cuerpo necesita algo de colesterol para producir hormonas, vitamina D y sustancias que le ayuden a digerir los alimentos. Su cuerpo produce todo el colesterol que necesita. El colesterol también se encuentra en alimentos de origen animal, como yemas de huevo, carne y queso”, explica Medline Plus, Biblioteca Nacional de Medicina de los Estados Unidos.
“Si tiene demasiado colesterol en la sangre, puede combinarse con otras sustancias en la sangre para formar placa. La placa se pega a las paredes de sus vasos sanguíneos. Esta acumulación se llama arterioesclerosis. Puede provocar enfermedad de las arterias coronarias, la que puede estrecharlas o incluso bloquearlas”, agrega la entidad.
La alimentación es un factor más que clave para evitar el surgimiento de una enfermedad como la diabetes y mantener el colesterol en niveles controlados. Una dieta alimenticia poco saludable, cargada del consumo de productos cargados de azúcar y grasas dañinas, termina detonando el trastorno metabólico y el aumentos de los valores del lípido.
Por eso, lo recomendable es seguir una dieta alimenticia sana que sea rica en vitaminas y minerales. Los alimentos de origen vegetal son alternativas perfectas para evitar la diabetes y bajar el colesterol. Precisamente, hay una verdura en particular que tiene la capacidad de cumplir estos objetivos. Se trata del apio.
“El apio puede ayudar a disminuir el azúcar en la sangre, debido a su contenido de fibras y a su acción antioxidante, por lo que incluir este vegetal en la alimentación diaria podría ser beneficioso para las personas con prediabetes y diabetes”, reseña el portal portugués Tua Saúde.
Asimismo, el sitio incluye que “por contener saponinas y compuestos antioxidantes, el apio ayuda a disminuir el colesterol malo o LDL, en sangre, previniendo el desarrollo de enfermedades cardiovasculares, como aterosclerosis, derrame cerebral e infarto de miocardio”.
Una verdura como el apio se puede comer en su propio estado, es decir, crudo. También es posible ingerirlo cocido. Es un gran ingrediente para diferentes tipos de ensaladas. Además, muchas personas en Colombia y en diferentes partes del mundo consumen este alimento antioxidante, rico en flavonoides, en jugo.
De igual manera, es necesario destacar que, como todo alimento, el apio se debe consumir de forma moderada, sin llegar a un exceso, pues esto no sería saludable para el organismo. El almuerzo es un gran momento del día para incluirlo en la dieta.
Entre otro de los beneficios del apio, cabe mencionar que al ser rico en antioxidantes como los flavonoides, “su consumo podría ayudar a neutralizar los radicales libres y evitar el daño que causan en las células, además de disminuir la inflamación en el organismo”, concluye Tua Saúde.