El pomelo, también conocido en Latinoamérica como toronja, es un fruto cruzado entre una clase de limón chino y la naranja dulce, se conoció en el siglo XVII y se caracteriza por ser más ácido que la naranja, pero más dulce que el limón, y más amargo que los dos. Según algunos estudios, este cítrico podría proteger el corazón y el organismo ante el efecto desgastante de los radicales libres.
El contenido nutricional del pomelo, o toronja, aporta al organismo antioxidantes, minerales, vitamina C, vitaminas del grupo B y tiene, según algunas investigaciones, propiedades anticancerígenas. También es un fruto que ayuda a regular los niveles de colesterol en sangre y depurar el hígado.
No obstante, dos de los beneficios más conocidos del pomelo es, en primer lugar, su propiedad de quema grasas y, en segundo lugar, su capacidad para acelerar el metabolismo. Además, este fruto que recuerda a la naranja, es bajo en calorías.
A pesar de sus beneficios, el pomelo es una fruta muy popular, quizá por su sabor amargo. Incluso, muchas personas prefieren por tomarlo en zumo, pero mezclado con el de naranja, rebajando así su amargor natural. Sin embargo, si logra adaptarse a su sabor, esta fruta equilibrada y beneficiosa, sigue siendo una opción saludable.
Beneficios del pomelo o toronja
Se trata de un cítrico muy versátil a la hora de consumirlo, en comidas, asado o en bebidas.
1. Para la pérdida de peso: debido a su escaso aporte calórico y la gran cantidad de agua que posee, el pomelo es un aliado en las dietas para perder peso y de mantenimiento físico.
De hecho, solo aporta unas 100 kcal por cada 100 gramos de alimento. Y lo hace en forma de carbohidratos y diferentes tipos de azúcares como la fructosa, de rápida asimilación.
Cabe agregar que el pomelo interviene en el metabolismo, de modo que junto a una dieta baja en grasas y la práctica de ejercicio ayudará a bajar de peso. Aunque siempre que se establezca una dieta debe consultarse con especialistas en nutrición para definir los alimentos idóneos para cada persona. Por lo general, el pomelo se toma antes de la comida o del desayuno.
2. Para mejorar la salud cardiaca: por su contenido de flavonoides, el pomelo tiene un efecto positivo a nivel del corazón. Se ha estudiado que puede prevenir enfermedades cardíacas y accidentes cerebrovasculares. Igualmente, favorece el sistema circulatorio y mejora el funcionamiento del músculo cardíaco. Sumado a esto, su efecto antioxidante hace que se regulen los niveles de colesterol y triglicéridos.
3. Como antioxidante: debido a que esta fruta tiene un alto contenido en vitamina C y antioxidantes, ayuda a proteger las células del daño causado por los radicales libres. Los antioxidantes que contienen son flavonoides, a los que se les atribuyen propiedades antiinflamatorias y que pueden ayudar a reducir el colesterol y la presión arterial. También el licopeno, que confiere color rojo a ciertas verduras, frutas y hortalizas. Sobre este último, se ha conocido, pero sin estudios concluyentes, que aporta propiedades antioxidantes, antiinflamatorias y quimioterapéuticas.
4. Para la visión: esta fruta contiene una gran cantidad de un antioxidante llamado betacaroteno, pigmento que previene el estrés oxidativo, ayuda a retrasar el envejecimiento y protegen la vista de enfermedades relacionadas con la edad, como son las cataratas y ka degeneración macular.
5. Para la diabetes: el consumo de pomelo puede colaborar en el control de los niveles de insulina. Por tanto, disminuye las probabilidades de que una persona se vuelva resistente a ella y desarrolle diabetes.
6. Para las articulaciones: por el ácido salicílico presente en el pomelo, se ha deducido que ayuda en la función de descomponer el calcio inorgánico que se acumula en los cartílagos y las articulaciones, causante de la artritis. Como añadido, este ácido tiene propiedades antiinflamatorias, mejorando la oleosidad de la piel.
7. Para el estreñimiento: el pomelo o toronja aporta una gran cantidad de agua y fibra, necesarios para una buena digestión. Igualmente, mejora la absorción de nutrientes y tiene un efecto saciante. Su fibra incrementa el volumen de las heces y facilita la expulsión.