La diabetes tipo 2 es una condición común. La aparición de este tipo de diabetes puede ser gradual y los síntomas pueden ser leves durante las primeras etapas. Por consiguiente, muchas personas pueden no darse cuenta de que tienen esta afección.
A continuación encontrará los primeros signos y síntomas que se pueden presentar si tiene diabetes tipo 2:
Orina frecuente
Cuando los niveles de azúcar en la sangre son altos, los riñones intentan bajarlos mediante el filtrado de la sangre. Esto puede llevar a que una persona necesite orinar con más frecuencia, especialmente durante la noche.
Aumento de la sed
La orina frecuente necesaria para eliminar el exceso de azúcar de la sangre puede provocar que el cuerpo pierda agua adicional. Con el tiempo, esto puede causar deshidratación y hacer que una persona tenga más sed de lo normal.
Sentir hambre continuamente
Las personas con diabetes con frecuencia no reciben suficiente energía de los alimentos que consumen.
El sistema digestivo descompone los alimentos en un azúcar simple llamado glucosa, que el cuerpo utiliza como “combustible”. En las personas con diabetes, la glucosa pasa del torrente sanguíneo a las células del cuerpo en una cantidad insuficiente.
Como resultado, las personas con diabetes tipo 2 suelen sentirse con hambre constantemente, independientemente de qué tan recientemente hayan comido.
Cansancio
La diabetes tipo 2 puede afectar los niveles de energía de una persona y hacer que se sienta muy cansada o fatigada. Este cansancio se produce como resultado de que la cantidad de azúcar que pasa del torrente sanguíneo a las células del cuerpo es insuficiente.
Visión Borrosa
Un exceso de azúcar en la sangre puede dañar los vasos sanguíneos en los ojos, lo que puede causar visión borrosa. Esta visión borrosa puede ocurrir en uno o ambos ojos y puede aparecer y desaparecer.
Si una persona con diabetes no recibe tratamiento, el daño a estos vasos sanguíneos puede ser más severo y, eventualmente, podría producirse una pérdida permanente de la visión.
Cicatrización lenta de cortadas y heridas
Los niveles altos de azúcar en la sangre pueden dañar los nervios y los vasos sanguíneos del cuerpo, lo que puede afectar la circulación de la sangre. Y esto provoca que, incluso pequeños cortes y heridas pueden tardar semanas o meses en sanar. La cicatrización lenta de las heridas también aumenta el riesgo de infección.
Hormigueo, entumecimiento o dolor en las manos o los pies
Los niveles altos de azúcar en la sangre pueden afectar la circulación sanguínea y causar daños en los nervios del cuerpo. En personas con diabetes tipo 2, esto puede provocar dolor o sensación de hormigueo o entumecimiento en las manos y los pies.
Esta afección se conoce como neuropatía, y puede empeorar con el tiempo y provocar complicaciones más graves, si una persona no recibe tratamiento para su diabetes.
Manchas oscuras en la piel
Los parches de piel oscura que se forman en los pliegues del cuello, la axila o la ingle también pueden significar un mayor riesgo de diabetes. Estos parches pueden sentirse muy suaves y aterciopelados.
Picazón e infecciones micóticas
El exceso de azúcar en la sangre y la orina provee de alimento a la levadura, que puede provocar una infección por hongos. Las infecciones micóticas tienden a ocurrir en áreas cálidas y húmedas de la piel como la boca, las áreas genitales y las axilas.
En las áreas afectadas se suele sentir picazón, pero una persona también puede experimentar ardor, enrojecimiento y dolor.
Si reconoces los primeros signos de diabetes tipo 2, esto puede ayudarte a obtener un diagnóstico y tratamiento de manera temprana. Obtener el tratamiento adecuado, hacer cambios en el estilo de vida y controlar los niveles de azúcar en la sangre puede mejorar en gran medida tu salud y calidad de vida, y reducir el riesgo de complicaciones.