El coronavirus dejó millones de personas muertas alrededor del mundo durante la pandemia, sin embargo, afortunadamente, luego del lanzamiento de la vacuna contra el covid-19, el nivel de protección que ofreció al mundo fue elevado, logrando así disminuir los casos activos.

Sin embargo, un estudio publicado en Nature Medicine reveló que las personas hospitalizadas por covid-19 tienen mayor posibilidad de morir en los dos años posteriores, comparando a las personas que afortunadamente no fueron contagiadas.

De hecho, según varios estudios desarrollados anteriormente, se pudo demostrar que meses después de haberse infectado de covid-19, las personas desarrollan problemas respiratorios y cardíacos. Sin embargo, en este nuevo estudio, se descubrió que hay un mayor riesgo de enfermedades pulmonares, diabetes y fatiga general conocida como el “Covid Prolongado”.

Y es que según esta nueva investigación, los pacientes infectados pero que no fueron hospitalizados, sólo necesitan de seis meses para que el riesgo de muerte ya no sea realmente significativo.

Sin embargo, de acuerdo con este estudio, estas personas si están expuestas a tener un mayor riesgo de sufrir más de 20 afecciones médicas como problemas cardiovasculares y problemas de coagulación sanguínea, diabetes, problemas gastrointestinales y trastornos renales, entre otros.

Trabajadores de la salud que transportan a un paciente con covid-19. (Imagen de archivo)

Casos de covid aumentaron un 80% en todo el mundo

Los casos de covid-19 detectados a nivel mundial aumentaron un 80% en el último mes, aunque la mortalidad bajó un 57%, según datos de la Organización Mundial de la Salud publicados a principios de agosto.

Estas cifras coinciden con un aumento perceptible de la circulación de una nueva variante del virus en países como Estados Unidos, Reino Unido o Francia, en pleno verano boreal.

Entre el 10 de julio y el 6 de agosto se reportaron cerca de 1,5 millones de casos, un aumento del 80% respecto a los 28 días previos, explicó el resumen semanal de la OMS.

La cifra de fallecidos cayó un 57%, y se situó en 2.500.

La OMS advirtió que todas estas cifras no reflejan la situación real, puesto que los tests de diagnóstico y el seguimiento de la pandemia han caído en picado.

Las autoridades sanitarias en Estados Unidos, Reino Unido, Francia, India o Japón han anunciado igualmente alzas de casos, aunque más moderadas.

Trabajadores de la salud atienden a un paciente con Covid-19 en un hospital de Manaos, Brasil. (Imagen de archivo) | Foto: AFP or licensors

Un virus que sigue mutando

La OMS declaró a principios de mayo que la pandemia dejó de ser una emergencia sanitaria mundial. Pero su director general, Tedros Adhanom Ghebreyesus, advirtió el miércoles que “el virus sigue circulando en todos los países, sigue matando y sigue cambiando”.

Su versión EG.5, apodada Eris por algunos científicos, es actualmente la más analizada porque podría ser la responsable del rebrote. Más del 17% de los casos de covid-19 reportados a mediados de julio fueron atribuidos al EG.5, en comparación con el 7,6% del mes anterior, según la OMS.

Además de las concentraciones de gente a causa de las vacaciones, la disminución de la inmunidad también puede desempeñar un papel, dicen algunos expertos. La versión EG.5 es una subvariante de la familia omicron, que a su vez forma parte de la cepa XBB.

Parece más transmisible que otras en circulación, probablemente por efecto de nuevas mutaciones genéticas. “Se ha identificado en India, pero también en otros países asiáticos, en Norteamérica y en Europa, donde tiende a suplantar a las variantes dominantes anteriores”, explicó a la AFP Antoine Flahault, director del Instituto de Salud Global de la Universidad de Ginebra.

“Esta variante no parece causar síntomas específicos, ni virulencia particular, allá donde ha sido detectada”, explicó.

Un miembro del personal médico sale de una habitación protegida por una lona transparente después de atender a un paciente infectado con COVID-19 en la unidad de cuidados intensivos del hospital Franco-Britannique en Levallois-Perret, al norte de París. (Imagen de archivo)

“La evidencia disponible no sugiere que EG.5 plantee riesgos adicionales para la salud pública”, pero “sigue existiendo el riesgo de que surja una variante más peligrosa”, advirtió Tedros.

“La niebla es espesa sobre la situación epidemiológica en todo el mundo. Es urgente que las autoridades sanitarias restablezcan un sistema fiable de vigilancia sanitaria en torno al covid”, según Antoine Flahaut, que aboga en particular por el análisis de las aguas residuales en Europa.

“La pregunta es si las personas inmunodeficientes y de edad avanzada serán sometidas a pruebas, incluso en caso de síntomas leves, para que puedan beneficiarse de tratamientos antivirales tempranos”, explica Antoine Flahault.

Aunque las vacunas anticovid pierden eficacia con el tiempo frente a los contagios, se siguen considerando muy protectoras frente a formas graves.

Para adaptarse mejor a las mutaciones del virus, los grupos farmacéuticos Pfizer/BioNTech, Moderna y Novavax ahora están preparando vacunas dirigidas a la línea XBB, como recomendó la OMS en primavera.

En varios países, entre ellos Francia, las campañas de vacunación, enfocadas en los más vulnerables, están previstas para este otoño, junto con las campañas contra la gripe.

*Con información de AFP*