El desayuno es considerado por muchos expertos en salud como la comida más importante del día, esto porque proporciona al cuerpo la energía necesaria para comenzar la jornada. Este aporta glucosa al cerebro y músculos, lo que ayuda a concentrarnos, tener un mejor rendimiento cognitivo y físico, y afrontar las tareas diarias con más vitalidad.
No obstante, cuando se está llegando a una edad determinada, comer un desayuno equilibrado por la mañana puede estimular el metabolismo y ayudar a mantener un peso saludable, por lo que muchas mujeres han comenzado a preocuparse por conseguir beneficiarse de esta comida a partir de los 40 años.
Y es que, al iniciar el metabolismo temprano en el día, el cuerpo quema calorías de manera más eficiente. Lo anterior, teniendo en cuenta que la edad, sumada a las posibles alteraciones hormonales que pueden empezar a aparecer a partir de los 40 años, la menopausia y sus cambios fisiológico, donde disminuye la masa magra y aumenta la masa grasa y el tejido adiposo abdominal, pueden hacer que la figura cambia considerablemente.
Así las cosas, aquí algunas recomendaciones generales para un desayuno saludable para una mujer de 40 años:
- Proteínas: Incluir fuentes de proteínas en el desayuno es importante para mantener la masa muscular, la saciedad y la energía. Algunas opciones de proteínas incluyen huevos (cocidos, revueltos o en omelet), yogur griego, queso cottage, tofu, claras de huevo, o proteínas vegetales como frijoles, lentejas o tempeh.
- Carbohidratos complejos: Los carbohidratos complejos proporcionan energía de liberación lenta y son una parte importante de un desayuno equilibrado. Opte por opciones ricas en fibra, como avena, pan integral, cereales integrales, quinua o frutas frescas.
- Grasas saludables: Las grasas saludables son esenciales para la salud del corazón, la función cerebral y la absorción de vitaminas liposolubles. Algunas fuentes de grasas saludables incluyen aguacate, nueces, semillas, aceite de oliva o mantequilla de nueces.
- Frutas y verduras: Incorporar frutas y verduras en el desayuno proporciona vitaminas, minerales y antioxidantes. Puede agregar frutas frescas o congeladas a su cereal, yogur o batidos, o incluir verduras en un omelet o en una tortilla.
Ejemplo de desayuno para una mujer de 40 años:
- Omelet de claras de huevo con espinacas y champiñones
- Avena cocida con rodajas de plátano y nueces
- Yogur griego con bayas frescas y una cucharada de semillas de chía
- Té verde o café negro
- Un vaso de agua
Recuerda adaptar las porciones y los alimentos según sus preferencias personales, necesidades calóricas y requerimientos dietéticos individuales.