Muchas personas, por cuestiones de trabajo, estudio u otras ocupaciones, suelen atrasar sus comidas diarias, llegando a ingerir la cena a altas horas de la noche, por esto surje la pregunta: ¿qué tan cierto es que comer de noche hace subir de peso?
Los expertos indican que comer tarde puede afectar los ciclos circadianos, es decir, los procesos humanos naturales. Para algunos, esta situación puede traer problemas de salud, ya que la persona que come tarde, al retirarse a descansar, el organismo no va a trabajar de la mejor forma y puede ocasionarle un mal sueño y no alcanzar el descanso que necesita.
Ahora bien, respecto al peso, ¿qué dicen los especialistas?
En la semana del 17 al 22 de julio, se llevó a cabo en Roma, Italia, el Congreso de la Sociedad Europea de Cardiología, donde se presentó un estudio que analizó a 700 adultos con el fin de llegar a conclusiones respecto a lo que ocasiona el consumo de alimentos tarde en la noche.
Una de las primeras conclusiones a las que llegó el análisis fue que el consumo de alimentos tarde en la noche impacta significativamente en la presión arterial de la persona que suele tener esta conducta.
Sin embargo, el estudio no pudo probar tajantemente esta relación, ya que se encontró que el 24,2 % de los participantes, quienes cenaron dos horas antes de acostarse, tuvieron un descenso normal de la presión sanguínea, frente a un 14,2 % de quienes habían consumido algún alimento más temprano.
Por otro lado, Ebru Ozpelit, profesora de cardiología de la Universidad de Dokuz Eylul en Izmir, Turquía, manifestó al respecto que “la hora en que la gente come es tan importante como los alimentos que ingiere”.
Ozpelit también expresó que la vida moderna está cambiando los hábitos de alimentación de las personas y que estos se están volviendo más impredecibles, con algunos individuos optando por no desayunar y cenar cada vez más tarde, lo que podría traer consecuencias a largo plazo.
Asimismo, según los expertos, cuando una persona come muy tarde y justo antes de acostarse, el organismo queda en un estado de alerta continua, lo que puede ocasionar estrés y una alteración de los ritmos circadianos, que no son más que cambios físicos, mentales y conductuales que siguen un ciclo de 24 horas.
Esto es lo que pasa con la grasa cuando se come de noche:
Según la BBC, con Sandra Hirsch, profesional en nutrición humana del Instituto de Nutrición y Tecnología de Alimentos de la Universidad de Chile, el mantener unos horarios de comida que se realizan tarde en la noche puede ocasionar efectos adversos en el organismo.
La experta explicó a la BBC que, al comer, se desarrollan varios procesos metabólicos en el organismo y que se liberan hormonas en el proceso de absorción de los alimentos. “Por lo tanto, si yo como y me acuesto, esos mecanismos hormonales pueden tener impactos negativos en el organismo”, manifestó.
Comer tarde en la noche puede inhibir la degradación de la grasa en el organismo, según Sandra Hirsch, pero ¿qué significa esto?
Durante la noche, el cuerpo realiza diversos procesos metabólicos, y uno de ellos es la degradación de las grasas almacenadas para obtener energía. Sin embargo, si se consume comida justo antes de acostarse, puede interferir con esta degradación.
Es decir, el cuerpo está ocupado digiriendo esos alimentos, por lo que en lugar de centrarse en la degradación de las grasas almacenadas, se enfoca en el proceso de absorción y digestión.
Este fenómeno puede resultar en que las grasas almacenadas no se descompongan, lo que podría contribuir al aumento de peso a largo plazo, especialmente si es habitual.
Según la experta, otro de los problemas que se pueden presentar es el reflujo, un trastorno que causa que los fluidos estomacales se devuelvan hacia el esófago.
Por lo anterior, Hirsch recomienda que las personas que sufren reflujo no ingieran alimentos pesados en horas de la noche, ya que estos retardan el vaciamiento gástrico, como la comida picante y las grasas.